CULTURA
Un debate abierto
- León Rozitchner (filósofo): “Lo que está intentando hacer la Iglesia Católica es ocultar lo que León Ferrari muestra: la vocación siniestra de muerte que su historia revela. Cabe aquí la misma respuesta que Picasso les dio a los nazis que le preguntaron quién había hecho lo que su Guernica mostraba: ustedes, les contestó. La Iglesia no quiere un espejo que refleje la crueldad de su rostro. Me parece excelente que a nivel oficial se haya mantenido abierta esta muestra a todo aquel que quiera verla, y se haya puesto un límite a ese derecho de veto y de inquisición que siempre ha tenido la Iglesia, y que sigue teniendo aún en las instituciones educacionales y en los medios que le son devotos”.
- Rubén Dri (teólogo): “La derecha eclesiástica, esa Iglesia para la cual no hay lugar a la disidencia, nos tiene acostumbrados a este tipo de censura. Aunque hace mucho que no hablo con León, coincido con muchas de sus críticas, y con la forma a veces humorística en que las expresa. Sin embargo, a veces considero que esa crítica demasiado cerrada, yerra al tomar literalmente textos evangélicos, sin hacer una interpretación de las claves o los géneros literarios en que fueron producidos. Aun así, defiendo el derecho de León Ferrari de hacer esa muestra, y el nuestro de ir a verla. De lo contrario, volveríamos a la censura dictatorial, algo a lo que determinado sector de la Iglesia parece estar habituado”.
- Cuauhtémoc Medina (crítico, curador e historiador de arte): “La obra de Ferrari no sólo debiera estar ya plenamente incorporada en el cuerpo de nuestras referencias espirituales sino situada por encima de debates mezquinos. Por desgracia, el clero y los católicos de nuestro continente tienen aún mucho que aprender de tolerancia, sentido del humor y ecumenismo. León Ferrari es uno de los mayores artistas vivos de nuestro continente. Hemos estado esperando con expectativa la realización de la exposición en Recoleta. Para ese circuito internacional que se ocupa del arte latinoamericano, es conocido que uno de las principales aportes de Ferrari fue denunciar de un modo creativo y mordaz la complicidad del cristianismo y de la civilización occidental con la opresión, el sufrimiento y la violencia del mundo moderno”.