CULTURA
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“No, eso no, es lo otro”
“Yo ya trabajaba para Humi, había hecho algunas tapas ahí cuando salió Fierro: vi la tapa del primer número y me dije ‘esto es lo que yo siempre estuve esperando’. A los pocos números ya estaba haciendo tapas ahí, y todo ese mundo, con Moebius, Jodorowsky, Juan Jiménez, Altuna, me marcó mucho. Luego, en el ’87, me fui a España a buscar grandes editores de ese tipo de cosas, para vivir de eso: lo único que había acá era Fierro, y de eso no se podía vivir. Por esa época acá yo trabajaba en publicidad y había empezado a ganar mucho dinero: me pagaban, por ejemplo, dos mil dólares por hacer una botella hiperrealista, y yo hacía eso en tres días. Realmente tenía técnica y accedía a cuentas importantes, me empezaban a valorar en publicidad. Pero mi cabeza me decía ‘no, es lo otro’, y entonces me pregunté: ¿se puede vivir o no del arte fantástico? Cuando fui a España vi que eso allá era posible y allá me radiqué: era la única chance que tenía de vivir haciendo lo que me gustaba.”
Nota madre
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