Como docente del polimodal, ¿qué se puede hacer desde el aula para incentivar la lectura?
–Lo que se puede hacer, los docentes lo estamos haciendo. El problema es que sea una cuestión que cada docente cargue sobre sus espaldas, cuando debería haber un diseño que favoreciera la educación. Hace no tantos años, antes de implementarse la reforma educativa, que fue un desastre, la calidad de las escuelas estaba dada por el prestigio de sus docentes. Hoy los buenos docentes no están bien considerados porque éste es un sistema que favorece que todos los alumnos pasen de año en función de no sé qué estadística; nadie te va a cuestionar si vos no enseñaste o los chicos no aprendieron. No sé qué esperan para revisar la Ley Federal de Educación. Hay que recuperar la lectura en las escuelas porque no se están formando lectores y eso es lo más grave que nos puede pasar.
–Especialmente, si se piensa que la tradición de la escuela pública era la formación de lectores.
–Sí. El problema que debemos plantearnos como escritores es para quiénes estamos escribiendo si la escuela no está formando lectores. Apoyo las campañas de lectura, pero tengo alumnos que nunca van a viajar, que no se van de vacaciones. Que una campaña se haga en una terminal de ómnibus, los deja afuera. Si tenemos que hacer campañas de lectura es porque la escuela no forma lectores. Las campañas son un parche de un agujero muy grande de la escuela.