Blanquiceleste SA, la gerenciadora de Racing, levantó ayer un pedido de quiebra al completar el pago de la deuda que tenía con el ex entrenador del plantel Reinaldo Carlos Merlo y su ayudante de campo, René Daulte. El pago de cinco cheques que habían sido rechazados desde enero se cumplió el viernes pasado, un día después de que vencieran los plazos en los cuales técnicamente pudo haber sido decretada la quiebra. Ante el juez en lo comercial Eduardo Malde se están tramitando otros tres pedidos de quiebra contra la gerenciadora y uno de ellos pertenece a otro ex entrenador del club, Gustavo Costas.

En lo futbolístico, el panorama tampoco es el ideal: parece cundir entre los futbolistas del plantel la idea de que será poco menos que imposible escaparle a la Promoción: “Hay posibilidades de salvarse, pero también va a depender de lo que hagan Central, Colón, Newell’s y los que están por ahí –dijo ayer el delantero chileno Reinaldo Navia–. Pero hay que pensar en la otra opción”, en referencia a la Promoción.

El entrenador Juan Manuel Llop tuvo que recurrir a un futbolista de la cuarta división, José Luis Fernández, para prepararlo para el partido ante Gimnasia, ya que no podrá contar con el suspendido José Shaffer. En las inferiores, Fernández se desempeñó siempre como volante ofensivo.

Para ocupar el puesto de lateral por la izquierda volvería Franco Sosa (tras cumplir con una fecha de suspensión), y dado que Claudio Yacob recibió la quinta amarilla y Adrián Bastía todavía no está recuperado de su lesión, Llop probó ayer con Zucculini y Matías Sánchez como volantes centrales. Como Navia también recibió su quinta amarilla, sería Diego Manicero el que acompañe a Facundo Sava en la ofensiva, aunque el técnico puede sorprender prefiriendo a Erwin Avalos, a quien también probó ayer en la práctica.