–¿Vuelve a dirigir en Primera?

–Está todo acordado, sólo falta la firma. Seguramente mañana (por hoy) terminaremos de arreglar, pero ya se puede decir que soy el técnico de Banfield.

–¿Cree que, por las características de la institución, en Banfield se puede dar algo similar a lo que vivió en Arsenal?

–Sí, puede ser. Lo importante es que Banfield en los últimos años consiguió cosas importantes y mantiene esa ambición. La idea es volver a llevar a Banfield a lo más alto. Igualmente, yo no soy de esos técnicos que quieren llegar allí a cualquier precio.

–¿Le sorprendió que a pesar de la buena campaña realizada, Juan Manuel Llop se haya tenido que ir?

–Sí, me sorprendió, pero como uno no está metido en el caso, realmente no sabe bien lo que pasó. El fútbol argentino lamentablemente es así, pasa por los resultados. Por eso, la vida de entrenador cada vez es más angustiante y cada tanto es bueno descansar un tiempo, salir un poco, recargar las pilas para volver a enchufarse.

–¿Cómo ve al equipo? Ya no va a poder contar con Darío Cvitanich y hay varios jugadores que terminan sus préstamos.

–Se va el mejor delantero del fútbol argentino, para mi gusto. Lo que hablamos y lo que pretendemos es armar un equipo que sea de nuestro gusto. Obviamente, sin hacer locuras, sin hipotecar al club. Primero hay que ver bien quién se queda y quién se va y después salir a buscar jugadores. Coincidimos con los dirigentes en que la idea es poder dar un salto de calidad.

–En estos momentos, Banfield está a un punto de entrar en la Copa Sudamericana. ¿Le gustaría que clasificara o entiende que la doble competencia podría complicar su labor?

–No, sería bueno que se clasificase. Siempre para un club es mejor jugar una competencia internacional, le da otra jerarquía y, en este caso, me gustaría que Banfield pueda entrar en la Sudamericana.

Entrevistó: Mariano Verrina.