Nueve jugados, siete ganados, un empate, una derrota, el 81 por ciento de los puntos, 16 goles a favor (el tercer equipo más goleador del Apertura, después de Boca y Lanús) y apenas 4 goles en contra, la valla menos vencida del torneo, constituyen el carnet de identidad del puntero del certamen, San Lorenzo de Almagro. En una pelea en la que la mayoría de los candidatos de la previa, como el campeón River, Boca, Estudiantes o Independiente no cumplieron las expectativas, el equipo de Boedo sacó una ventaja que, si no es indescontable desde la matemática, parece sólida y resistente.

En un parate provocado por la actividad de la Selección, pero que se parece mucho a un receso de mitad de torneo, con nueve fechas disputadas y diez aún por jugarse, las cuentas de San Lorenzo son mucho más optimistas que las que hacen en Wall Street. Con cinco victorias consecutivas, el conjunto que dirige Miguel Russo dejó a cinco puntos de distancia de su posición de privilegio a los equipos que lo siguen más de cerca, Newell’s y Tigre.

“Los principales méritos del equipo son dar prioridad al conjunto por encima de lo individual y mantener la concentración durante los 90 minutos. En el caso del último partido (contra Vélez), eso fue lo que nos permitió sacar provecho de la oportunidad que llegó sobre el final” con el tanto de Bernardo Romeo que desembocó en la victoria.

“Es normal que la gente se ilusione”, señaló el goleador Romeo respecto de la posibilidad de ganar el título. “Pero no hay que enloquecerse e ir paso a paso, como dice Mostaza Merlo, porque si seguimos así la vamos a pelear”, aconsejó. Y recalcó: “Hay que pensar en que falta mucho, que es la realidad. Vamos bien, jugamos cada vez mejor, tenemos una buena ventaja pero queda un montón, 30 puntos, y en un par de fechas todo se puede dar vuelta”.

Para Russo, “se viene lo más difícil, que es mantener el nivel en el tramo final del torneo, respetando a todos los rivales con los cuales todavía tenemos que jugar”. De hecho, a San Lorenzo le queda visitar a Racing, a Boca, a Newell’s (uno de sus escoltas), a Huracán en el clásico y recibir a Independiente.

Romeo explicó parte del éxito en la premisa de que “San Lorenzo es un equipo con muy buenos delanteros. Cualquiera que entra lo hace bien, tanto Cuqui (Silvera) como Gonzalo (Bergessio), y Miguel (Russo) tienen la decisión de decir quién juega y quién no”.

Romeo elogió a Russo y coincidió con el entrenador: “Miguel habló desde el primer día cuando llegamos a la pretemporada en Mar del Plata y lo primero que hizo fue decirnos que había lugar para todos. Estamos bien encaminados, pero ahora hay que mantenernos, falta mucho. Por ahora sólo pensamos en San Martín de Tucumán: será un partido difícil y de local ya se nos complicó contra Tigre”, señaló el ariete, recordando la única derrota del puntero, como local, en la primera fecha.

Romeo dudó sobre si su gol, el número 89 que convierte en San Lorenzo, fue el más “emotivo” desde su regreso al club, en julio de 2007, pero aceptó que fue “lindo porque hacía mucho que no se ganaba en ese estadio de Liniers y la gente lo disfrutó”. Fue una racha de siete años de sequía la que se cortó.

Una prueba de que el ambiente futbolero respeta al puntero y considera meritoria su campaña la dio Juan Sebastián Verón, el capitán de Estudiantes, quien ayer señaló que “hay varios buenos equipos y jugadores, pero hoy San Lorenzo es el que está mejor armado, más asentado, y en base a eso se volvió el más regular”.