DEPORTES
Castigo para dos en un partidazo
Vélez y San Lorenzo empataron 3-3 en un juego cambiante. Los de Liniers lo dejaron escapar y los de Boedo no lo supieron ganar.
El partido entre Vélez y San Lorenzo tuvo todos los ingredientes imaginados. Lindos goles, cuatro tantos en ocho minutos, errores infantiles, marcador cambiante, alguna pierna fuerte y hasta una insólita agresión de Gastón Sessa al árbitro Sergio Pezzotta. Finalmente fue empate 3-3, un resultado que castigó a ambos equipos. A Vélez porque desaprovechó un 2-0 y un 3-2, y a San Lorenzo, ya que después de la levantada no supo sacar ventaja cuando se quedó con un jugador más por la expulsión de Sessa.
Dentro de un trámite muy parejo, con mucha pelea en la mitad de la cancha, Vélez se mostraba más peligroso por el oportunismo de Valdemarín. El delantero contó con dos chances muy claras para colocar en ventaja a su equipo, pero no tuvo precisión para definir. Primero cabeceó afuera un centro de Husain y luego su cabezazo de pique pegó en el travesaño tras un tiro libre de Gracián. Por el contrario, a San Lorenzo le costaba generar peligro, más allá de que Acosta complicaba a Maxi Pellegrino. La única situación clara para los dirigidos por Rubén Insua la protagonizó Leandro Romagnoli, que se sacó de encima a dos rivales pero no acertó en el remate final.
Ante ese panorama, no fue extraño que los locales lograran la diferencia. En cuatro minutos, dos apariciones de Valdemarín cambiaron la historia del juego. Sobre los 37 aprovechó un resbalón de Saja para anticiparlo con un puntazo, en una pelota que parecía perdida. Y a los 41 anotó el segundo tras un buena asistencia de Husain. En primera instancia el arquero le tapó el derechazo, pero el goleador recibió el rebote y convirtió con un zurdazo, mientras la defensa de San Lorenzo ni siquiera atinó a cerrarlo. Tal vez la diferencia entre ambas era excesiva, aunque Vélez la justificaba por su contundencia.
Claro que San Lorenzo le contestó con las mismas armas en el arranque del segundo tiempo. En tres minutos, los visitantes igualaron el partido. A los cinco, Astudillo habilitó por la derecha a Chatruc, que batió a Sessa con un disparo cruzado. Esa jugada descontroló a todo Vélez, sobre todo a su arquero, que pedía por una infracción inexistente sobre Husain en la maniobra previa. Para colmo, enseguida llegó el empate, cuando Astudillo –adelantado– aprovechó un tiro libre de Romagnoli y anotó el gol.
Vélez casi no tuvo tiempo para sentir el impacto. En su siguiente ataque se encontró nuevamente en ventaja. Acosta rechazó mal en su área, Uglessich la jugó al medio y Pellegrino cabeceó débil, pero Saja volvió a fallar. Sin embargo, San Lorenzo volvió a reaccionar de inmediato. Acosta se reivindicó con un cabezazo medido, que Sessa alcanzó a desviar, aunque Astudillo se encontró con el rebote y no perdonó. Con el 3-3, al equipo de Ischia se lo comieron los nervios, en especial a un descontrolado Sessa. El arquero, que tras el primer gol había amagado con golpear a Pezzotta cuando el árbitro se había dado vuelta, siguió con sus interminables protestas y se ganó la roja. En ese momento, insólitamente agarró del cuello al juez, que se lo sacó de encima con un manotazo. Increíble.
Con un jugador más, San Lorenzo buscó con insistencia para quedarse con el partido. Sin embargo, Vélez se defendió con seguridad y consiguió mantener protegido al ingresado Bernardo Leyenda. Así los locales se conformaron con el empate a pesar de la diferencia inicial y los visitantes se quedaron con un gusto amargo pese a la remontada.
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