Colón lo tenía todo para ganar: vencía por dos goles a Lanús, que jugaba con un hombre menos y quedaban apenas cinco minutos para terminar el partido. Pero como el fútbol es impredecible, es posible predecir catástrofes como ésta: dos cabezazos del uruguayo Ignacio Risso le dieron una milagrosa igualdad a Lanús.
Ambos equipos generaron la misma cantidad de situaciones de gol en el primer tiempo, aunque las de Lanús fueron de contraataques a través de Bustos Montoya, Mannara y, en menor medida, Moreno.
El local se había adelantado en el marcador con las conquistas de su goleador César Carignano, que anotó su séptimo tanto en el certamen, y Javier Delgado. Con el 2-0 puesto, se tuvo que ir el uruguayo Serafín García, dejando a Lanús con diez hombres.
A partir de allí, todo estaba dado para que Colón liquidara el pleito, pero Bauza se equivocó en los cambios sacando a Parodi y Delgado, con lo que Colón llegaba y en profundidad. Y Risso aprovechó dos jugadas con pelota detenida para decretar el increíble empate.