Después de casi sesenta años de existencia, el campeonato mundial de Fórmula 1 coronará como monarca a partir de este año al piloto que logre la mayor cantidad de triunfos a lo largo de la temporada. La inesperada decisión del Consejo Mundial de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) abre un nuevo flanco de combate con los equipos de Fórmula 1, que habían pedido un nuevo sistema de puntaje para premiar más al ganador de cada competencia; sin embargo, la FIA eligió la propuesta lanzada hace un tiempo por Bernie Ecclestone, el dueño de los derechos comerciales de la F-1, que está enfrentado con los equipos por el control de la Fórmula 1 a mediano plazo, más allá de 2012, cuando venzan los acuerdos vigentes. Ecclestone cree que los pilotos especulan demasiado.

Si esta determinación hubiera sido propuesta un año atrás, el campeón mundial no sería el joven británico Lewis Hamilton (McLaren), que logró cinco triunfos durante 2008, sino el brasileño Felipe Massa (Ferrari), que pese a conseguir seis victorias debió conformarse con el subcampeonato, ya que Hamilton lo doblegó en la tabla final por apenas un punto cuando consiguió el quinto lugar en el último GP de Brasil.

“El Consejo Mundial aceptó la propuesta de la FOM (Formula One Management, la sociedad que maneja los derechos de la Fórmula 1) de conceder el campeonato del mundo de pilotos al que gane más carreras durante la temporada”, anunció el Consejo, tras su reunión en París. FOM es la compañía que maneja Bernie Ecclestone. “Si dos pilotos o más terminan con el mismo número de victorias, el título se otorgará al que tenga mayor número de puntos.” La escala a utilizar es la que se encuentra en vigencia (10, 8, 6, 5, 4, 3, 2 y 1 para los ocho primeros) y no la que proponía la FOTA (12, 9, 7, 5, 4, 3, 2 y 1).

En abierta oposición a los acuerdos alcanzados por la asociación de equipos el mes pasado, que incluían un recorte consensuado de gastos, el Consejo Mundial anunció también que impondrá un límite presupuestario para 2010. A través de su presidente, Luca di Montezemolo, la FOTA manifestó su “disgusto y preocupación” por unas medidas “adoptadas de forma unilateral”.

“Los coches se reformarán menos detalladamente, ya que las escuderías no podrán gastar enormes sumas de dinero por ventajas minúsculas, por ejemplo 1200 dólares por una tuerca de una rueda que no será utilizada más de una vez”, explicó Max Mosley, el presidente de la FIA. “Pero desde las tribunas o la televisión los autos no parecerán menos Fórmula 1 y harán el mismo ruido que los coches actuales, que son excesivamente caros.” Mosley quiere reducir los presupuestos a unos 33 millones de euros o 30 millones de libras, incluidos los salarios de los pilotos (ver aparte).

Mosley está enfrentado a los pilotos de F-1 porque considera que ganan sumas siderales, y en enero había reclamado que, en el marco de la crisis económica mundial, los equipos redujeran sus salarios “porque es más fácil darle un millón de dólares a un piloto que gana 20 que echar a 500 empleados”. Cuando los pilotos protestaron por el aumento del costo de las superlicencias para este año, Mosley reclamó ver los contratos para determinar a ciencia cierta cuánto dinero ganaban y “estudiar” una rebaja en el incremento. La polémica no continuó: ahora, de acuerdo con la decisión del Consejo de ayer, los pilotos están obligados a asistir a sesiones de firma de autógrafos.

El más veterano de los pilotos de Fórmula 1, el brasileño Rubens Barrichello, que en Australia disputará su 270º Grand Prix desde su debut en 1993, criticó la decisión de cambiar el sistema que determinará al campeón. “No sé si me gusta mucho esa norma. Creo que debería ganar el que suma más puntos. El campeón debería ser el piloto que haya demostrado más calidad a lo largo de todo el campeonato”, afirmó Barrichello, piloto de Brawn GP, que objetó la posibilidad de que el torneo pierda interés muy pronto. “Imagínense a un equipo que gana seis carreras al inicio del año. A partir de ahí, virtualmente se acaba el campeonato”, argumentó.

Con el nuevo sistema que premia el número de victorias, sólo un Mundial de los últimos diez habría tenido un campeón distinto, el de 2008.