DEPORTES › SE PREPARA LA FóRMULA 1
Los efectos del tsunami financiero han alcanzado al imperio de la Fórmula 1, que domina Bernie Ecclestone. La marcha de Honda y la fuga de patrocinadores provocaron que la máxima categoría del automovilismo ponga los pies sobre un mundo de posibilidades limitadas. Todos sienten las consecuencias: despidos en los equipos, las escuderías viajan en clase económica en lugar de en business, las presentaciones de los coches se hicieron sin derroche, las fiestas se cancelaron. En el exclusivo “paddock club” en los circuitos quedan lugares libres para vip y gente de negocios. Y los organizadores de la carrera en Australia, primera de la temporada, este fin de semana, temen un descenso de espectadores y por consiguiente, más pérdidas.
Esa sociedad acostumbrada a vivir a cuerpo de rey debe aprender algo nuevo: la humildad. “Hemos vivido en un mundo que no volveremos a vivir”, opina Katja Heim, socia de Ecclestone y responsable del marketing de varios circuitos. “Serán dos años duros para la Fórmula 1”, aventura.
Los presupuestos de los equipos de más de 500 millones de dólares forman parte del pasado. La crisis mundial ha hecho que la Fórmula 1 ponga freno a los gastos. Las ventas se hunden, el número de despidos y de trabajadores temporales crece. En las oficinas es cada vez más difícil justificar el gasto en el automovilismo.
“BMW gasta hoy con su equipo de Fórmula 1 ya el 40 por ciento menos que en 2005, cuando solo suministrábamos motores a Williams”, señala el jefe deportivo de BMW, Mario Theissen, sobre el primer éxito de ahorro en su equipo.
La necesidad une: los diez equipos van a ahorrar un 30 por ciento este año gracias a los grandes cambios en el reglamento y restricciones en el uso de motores y en los tests, unos 1000 millones de euros menos que el año pasado. En 2010 se espera que los gastos sean un 50 por ciento más bajos que en 2008. Las escuderías quieren más acción por menos dinero.
El Consejo Mundial de la FIA fue más allá con las medidas aprobadas para la temporada 2010, entre las que se prevé limitar voluntariamente el presupuesto a unos 42 millones de dólares a cambio de tener más libertad técnica que los equipos con medios ilimitados. Si eso ayuda a mantener equipos en la Fórmula 1 o a ganar unos nuevos, está por verse. Mucho dependerá de los sponsors. Para esta temporada se calcula una reducción en patrocinio de alrededor de 80 millones de euros.
Los bancos huyen, y ya se anunció la salida de los golpeados Bank of Scotland (Williams) e ING (Renault), participados en parte por los Estados británico y holandés, respectivamente.
La actividad del Grand Prix de Australia, en el circuito del Albert Park de Melbourne, comienza esta noche, a partir de las 22.30.
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