Buena y justa victoria de Newell’s en Avellaneda. Sobre todo por lo hecho en el segundo tiempo, cuando manejó mejor los espacios, supo aprovechar las contras y con mayor precisión podría haber ganado por más. Crosa, Ponzio, Manso y Rosales sobre el final fueron su columna vertebral. Racing no tuvo una buena noche: Milito y Pavlovich se diluyeron desde el principio y no hubo llegadas por afuera. Una alegría para el Bambino.
El primer tiempo tuvo muy poco brillo. Comenzó mejor Newell’s, que parecía que venía a poner condiciones a Avellaneda. Así, hubo en los primeros minutos un buen disparo de Manso, que circulaba por la derecha, y sobre todo un cabezazo de Domizi en el travesaño. Se lo veía mejor al equipo del Bambino. Sin embargo, de a poco Racing lo fue dando vuelta y aunque no mostró claridad, fue empujando contra el arco rosarino, mientras los visitantes se desdibujaban, dejando solo a Sacripanti arriba. Hubo una oportunidad de Bedoya con un gran remate que sacó Passet, y dos opciones claras de Milito –una por derecha y otra por izquierda– que resolvió mal el goleador en el toque final. El primer tiempo se fue sin pena ni gloria.
Cuando reanudaron, otra vez fue con todo Newell’s y Marino tuvo una clarísima por derecha pero remató afuera. Racing contestó con un toque de Pumar en el travesaño tras mala salida de Passet y después fue lo mejor de Newell’s, siempre de contra: primero se lo perdió Sacripanti, después no pudo Manso, y lo resolvió Rosales a los 28, tocando ante Campagnuolo. Y de ahí en adelante pudieron ser más.