Derrota sobre la hora de San Lorenzo, en la altura, ante el Bolívar. Hizo un gol en el primero –Sandy en contra– y aguantó hasta donde pudo en el segundo: empató Sánchez y Mercado, a cuatro del final, le dio la victoria al Bolívar. La revancha da para la esperanza.
De salida los bolivianos salieron con todo ante un San Lorenzo cauteloso. Así, el equipo de Insua debió, sobre todo entre los 10 y los 25, soportar una ofensiva que tuvo como protagonista al incisivo Botero, veloz, de gran remate y poca puntería. En el único error del período, a los 10 el impecable Saja salió a destiempo y el cabezazo subsiguiente dio en la base del palo cuando no había nadie. Fue la más clara del Bolívar. Colque, Galindo y Botero acosaron pero no tuvieron claridad; Ferreira y algún otro probaron de afuera sin suerte o con Saja atento.
Hasta que San Lorenzo, en contra aislada, lo embocó. Se fue Astudillo por derecha, enganchó e hizo pasar a Lígori, la puso de zurda al área chica para la cabeza de Acosta pero el cruce de Tufiño “solucionó” todo: cabeceó hacia el arco, la pelota picó, rozó en Sandy y superó a Fernández: 1-0 para San Lorenzo. Gran negocio que duró hasta fin del período, ya que Bolívar se desorientó un poco.
Arrancó el segundo con cinco minutos casi de ida y vuelta, con un local muy profundo y decidido, y San Lorenzo dispuesto. Pero duró poco porque el Bolívar copó y comenzó a apretar. Primero fue un cruce paralelo a la línea de gol que nadie llegó a tocar, después un remate de Guiberguis y, a los 11, golazo de Oscar Sánchez poniéndola desde afuera a ras del piso, al palo derecho de un Saja inmóvil. Se venía el aluvión.
San Lorenzo se acomodó en su campo a aguantar y los bolivianos a buscar, sin variantes y desde afuera: Colque, Tufiño –el mejor– y Guiberguis bombardearon por turno a Saja con violencia y puntería. Y San Lorenzo, de a poco, comenzó a ilusionarse con el empate, con los cambios, tratando de tenerla, mirando el reloj. Y al final no se le dio: faltando cuatro hubo un desborde por derecha, Botero la cruzó hacia adentro y Mercado tocó al gol. Una lástima, pero es una diferencia descontable.