Ya no estará el “Pibe” Carlos Valderrama, para que desde la prepotencia de quien sabe que la impunidad y la escatología a veces van de la mano no se tenga que soportar que, aprovechando un primer plano del futbolista colombiano a poco de comenzar un partido internacional Argentina-Colombia, el antes y ahora relator del régimen Marcelo Araujo vocifere “!¿Qué te pasa monito...¡?”, sin que ni el Inadi, ni la Curia, ni la DAIA, ni la Embajada de Colombia, ni la AFA, ni nadie le salga al cruce al guarango.

Tampoco estará Ronaldo –ahora en Corinthians– para que el mismo vociferante, tal como lo hizo relatando la semifinal de los Juegos Olímpicos de 1996 entre Nigeria y Brasil, reitere: “¡Ojalá se lesione Ronaldinho!” (por entonces todavía era Ronaldinho).

El brasileño Branco, ya retirado, tampoco tendrá que consumir el equívoco brebaje que le suministró el cuerpo técnico de la selección nacional a cargo de Carlos Bilardo en el partido del Mundial de 1990 entre Argentina y Brasil y que el mismo relator reivindicó como gracia y no como trampa, tiempo después en un partido jugado en la Argentina entre la selección local y la brasileña con aquel recordado “Che, Branco, Galíndez (asistente del cuerpo técnico de Bilardo y proveedor del vomitivo a Branco en el ’90) trajo una cosita para vos...”.

No habrá tampoco elecciones inminentes para que el mismo Araujo en plena veda electoral durante la transmisión de un River-Boca de 1997 (fue un sábado y las elecciones eran al día siguiente) largara lo más suelto de cuerpo: “Mañana me voy a tomar un champucito con Chiche”. No pudo festejar. Hilda González de Duhalde perdió las legislativas de ese domingo con Graciela Fernández Meijide.