DEPORTES › JULIO GRONDONA NO FAVORECE EL PROYECTO DE LOS CLUBES MáS GRANDES DE PRIMERA
Boca, River, Independiente, Racing, San Lorenzo y Vélez proponen aumentar sus ganancias en detrimento inclusive de los clubes del Ascenso. Quieren que se repartan en Primera 540 de los 600 millones a cobrar y no 415, como estaba previsto.
› Por Gustavo Veiga
Según quien describa lo que se está discutiendo, es una lucha entre seis clubes egoístas y catorce damnificados o entre seis clubes que subsidian al resto y catorce que quieren vivir de arriba. La pelea previsible por la distribución de los 600 millones de pesos que pagará el Estado nacional por los derechos televisivos del fútbol ya comenzó y tiene relación directa con el modelo que se dará para sí el fútbol argentino en los próximos años. Uno que acreciente las diferencias entre grandes y chicos u otro más equitativo, que lime en parte las asimetrías que los separan.
El G-6, integrado por Boca, River, Independiente, Racing, San Lorenzo y Vélez, aspira a aumentar las ganancias con respecto a los demás habitantes de la máxima categoría y también en detrimento de las instituciones del Ascenso. Esto significa que el grupo selecto quiere subir los 415 millones destinados a la Primera hasta 500 o 540 millones como máximo. O sea, pretende tener más para repartir: un porcentaje que va desde el 83 al 90 por ciento del total que se percibirá por la TV.
Julio Grondona, el presidente de la AFA, no está de acuerdo con la voracidad recaudatoria del G-6, que invoca poder de convocatoria, el rating, la publicidad que generan y hasta lo que venden por merchandising. Alejandro Marón, el presidente de Lanús, autor del proyecto de distribución de ingresos que suscribe el G-14, le dijo a Página/12 antes de partir hacia Zurich a una reunión de la FIFA: “Los seis clubes quieren mantener la escala de reparto anterior, pero no sobre los 415 que se habían acordado, sino sobre 540. Y aducen que debería tomarse en cuenta, para pagarle al Ascenso, el contrato televisivo con TyC de 42 millones de pesos”.
Su plan goza del respaldo de Grondona, que le confirió a Marón responsabilidades clave en la Cámara de Resolución de Disputas de la FIFA y en el Comité de Coordinación de Gestión del Programa Fútbol para Todos. Se trata de un proyecto que toma en cuenta las buenas campañas deportivas y que suceda otra tanto con la administración de los clubes. El primer punto coincide con la iniciativa del G-6, que aspira a premiar con dinero extra a los equipos que salgan ubicados en la tabla en los tres primeros puestos.
El lunes hubo una segunda reunión entre Grondona y los presidentes Jorge Ameal (Boca), José María Aguilar (River), Julio Comparada (Independiente), Rodolfo Molina (Racing), Rafael Savino (San Lorenzo) y Fernando Raffaini (Vélez). El encuentro siguió a otro que habían mantenido el presidente de la AFA, Ameal y Aguilar la semana anterior y en vísperas del partido decisivo con Uruguay. Allí, el dirigente de River sugirió postergar las negociaciones hasta que el seleccionado se clasificara para el Mundial. Estas se retomaron con el G-6, que entregó un proyecto de diez carillas modelado con el asesoramiento de especialistas en marketing y comercialización de derechos. Algo de lo que no quieren ni hablar en el G-14.
Hasta hoy, el orden establecido para darles destino a los 600 millones de la TV es el siguiente: 415 para los clubes de Primera División, 70 para la B Nacional, 35 para la Primera B, 3,5 millones para la C, 1,5 para la D y 12 millones para el Torneo Argentino A y las Ligas del Interior. Otros 28 millones irían a la tesorería de la AFA para cubrir gastos administrativos y de organización de sus campeonatos. Lo que falta, unos 35 millones que completan los 600, serían para gastos, pero de cada una de las divisionales.
Los seis que lideran Boca y River aducen como argumento para avanzar sobre las categorías del Ascenso que, cuando estaba vigente el contrato que la AFA rescindió con TSC (Televisión Satelital Codificada), comercializadora de contenidos del Grupo Clarín, la B Nacional recibía un 280 por ciento menos y la Primera B un 290. Hoy un club de la primera categoría recibe 3,5 millones anuales contra 1,2 que recaudaba hasta la temporada 2008-2009 y uno de la B Metropolitana pasó de 36 mil pesos mensuales a 125 mil. A su vez, el G-6 habría perdido un 17 por ciento en la distribución de la torta desde 1991 para acá. Justamente el año en que el negocio del fútbol por cable se hizo posible gracias al primer contrato firmado entre la AFA y TSC.
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