Lanús logró el punto que necesitaba para garantizarse su plaza directa en la Copa Libertadores y dejó con las ganas a Colón, que deberá disputar el repechaje para ingresar a la fase de grupo. Un pobre empate 0-0 ante Independiente le alcanzó al conjunto de Luis Zubeldía para obtener el pasaje, en un partido que lo mostró apenas superior a un Independiente que no dejó una buena imagen. El equipo de Américo Gallego no se soltó nunca y generó muy poco riesgo frente al arco local.

Lanús sabía que necesitaba sólo un punto para evitar el repechaje de la Copa Libertadores. Sin embargo, su primera intención no fue especular con el resultado. Por el contrario, presionó con sus volantes y se instaló en el campo rival. Del otro lado, Independiente no se terminaba de definir. Por momentos buscaba asumir el protagonismo, pero en otros se dejaba maniatar por su adversario. Así se fue armando un primer tiempo parejo, con Lanús impresionando un poco mejor, aunque sin inquietar demasiado a los arqueros. Los locales se armaban bien hasta tres cuartos, pero les costaba encontrar a Menéndez, que insinuó muchísimo, sin poder concretar casi ninguna de las acciones generadas. Por eso, los hinchas se fastidiaban con el juvenil delantero.

Si el primer tiempo resultó mediocre, el segundo directamente fue malo. Con el correr de los minutos, el miedo a perder se fue apoderando de ambos equipos, que no arriesgaron nada y se preocuparon por cuidarse. Por eso, ni Marchesín ni Gabbarini pasaban muchos sobresaltos, más allá de un buen zurdazo de Blanco que el arquero de Independiente controló en dos tiempos. Dentro de ese contexto, Lanús se mostraba algo más incisivo porque tenía jugadores veloces en los últimos metros, aunque simplemente se trató de intentos tibios. Independiente recién inquietó sobre el final con una mandada de Tuzzio, que remató alto ante el achique de Marchesín. Sin embargo, no le alcanzó para revertir un mal partido y mejorar la imagen. Lanús no jugó mucho mejor, pero al menos le quedó el consuelo del pasaje a la Copa.