DEPORTES
› LAS SOCIEDADES ANONIMAS FUTBOLISTICAS DE LAS LIGAS MAS PODEROSAS NO SE SALVAN DEL DESASTRE
Clubes sin deudas, en Europa no se consiguen...
En Italia, el calcio gasta el 88 por ciento de lo que recauda en sueldos y tiene un rojo de 1500 millones de euros; en Inglaterra, los clubes gastan más de lo que recaudan y se pronostica que solo podrá sobrevivir la mitad de ellos. En territorio europeo, la S.A. Fútbol no resulta ser la panacea...
› Por Pablo Vignone
La quimera de las sociedades anónimas del fútbol parece irse desvaneciendo con más malestares que éxitos. Los que proponían el dorado espejo del fútbol europeo para copiar el ejercicio de la propiedad privada en el marco futbolístico local, asisten con decepción a la rotura de la burbuja ejemplar. Dicho de otra manera: el fútbol europeo se desliza hacia la bancarrota. De nada sirven ya los grandes anuncios, las fenomenales contrataciones, las megaprogramaciones televisivas para sostener un negocio que se desinfla inexorablemente. En Italia, los 18 clubes de la Liga destinan el 88 por ciento de sus ingresos solamente a pagar los sueldos y las primas de sus futbolistas, una suma que supera los 750 millones de euros, y los contadores estiman que, una vez que la temporada finalice, el rojo de las sociedades superará los 1500 millones; en Inglaterra, el país que alberga a la Liga económicamente más potente del mundo, la mayoría de los equipos de fútbol de primera gastan más de lo que recaudan, y que entrarán en zona de desastre una vez que abonen sueldos y primas de la presente temporada. Según declaró en la semana el presidente del Manchester United, Peter Kenyon, más de la mitad de los equipos profesionales “corren riesgo de desaparecer”. Por lo visto, sociedades futbolísticas económicamente rentables, como diría el Ratón Ayala, en Europa no se consiguen...
El diario Avvenire, propiedad de la Conferencia Episcopal italiana, publicó las cifras que hacen temblar las estructuras del fútbol italiano. En esta temporada 2002-2003 se gastarán 752,164 millones de euros en pagar a los futbolistas del calcio. Esa dilapidación de recursos provocan agujeros financieros que, según Avvenire, son “insostenibles para cualquier empresa en el mundo”.
De esos más de 750 millones, el 67 por ciento lo gastan los cinco clubes grandes de Italia: Inter paga 118,68 millones de euros a sus jugadores, y lo siguen Milán (107,6), Juventus (103,2), Roma (90,3) y Lazio, que pese a pertenecer a un grupo en bancarrota –el Grupo Cirio de Sergio Cragnotti– debe pagar 89 millones de euros a sus futbolistas, aunque hace varios meses que no abona los salarios. El club que menos gasta en contratos con sus jugadores es el ascendido Empoli: tan sólo 6,72 millones de euros.
Lazio, que acaba de perder el liderazgo de la Liga después de dejarse empatar por el Inter cuando ganaba 3-0 es un caso especial. Cragnotti tuvo que desprenderse a comienzos de temporada de Alessandro Nesta (vendido al Milan) y de Hernán Crespo (al Inter) para equilibrar las cuentas. Los buenos resultados deportivos levantaron en la última semana el valor de las acciones del Lazio en la Bolsa de Milan y el megamagnate de los medios, Rupert Murdoch, el empresario suizo Ernesto Bertorelli y Al-Saadi Khadaffi, el hijo del líder libio Muammar Khadaffi, mostraron interés por adquirir el club. Sin embargo, hasta ahora no se concretó el traspaso.
El futbolista que más gana en el fútbol de Italia es el volante de la Juventus Alessandro del Piero, que tiene un contrato de 5,5 millones de euros por campaña. A Del Piero y a Christian Vieri (5,14 millones) lo sigue Gabriel Omar Batistuta, a quien la Roma le paga –seguramente por última vez en esta temporada– 5 millones de euros anuales. Hernán Crespo cobra en el Inter unos 4,2 millones de euros.
En Inglaterra, el panorama no es más alentador. “El fútbol inglés atraviesa por una grave crisis desde que quebró la plataforma digital ITV –le cuenta a Página/12 Emma Stanford, directora de relaciones con la comunidad del Leeds United–. Por eso, algunos clubes como Leicester City y Bradford City fueron a la quiebra, y el libro de pases se mantuvo quieto como nunca antes del inicio de la temporada”.
Según explica Stanford, “el Leeds United acaba de declarar una pérdida de 34 millones de libras en el ejercicio pasado de la entidad británica. El precio de las acciones cayó a 4,5 peniques, por lo que el valor nominal de la entidad es de 15 millones de libras”. Es decir, menos de la mitad del rojo declarado. “Pero al Manchester no le ha ido mejor –señala laejecutiva–, porque de 412 peniques que valía cada acción en el 2000, pasó a valer 115,75 a comienzos de este año”. La caída es superior al 200 por ciento.
El United, el club más poderoso del mundo, siente que el agua ya le moja los pies, y por eso reacciona su presidente. “Francamente no creo que podamos seguir teniendo cuatro divisiones. Hay demasiados equipos”, explicó Kenyon en referencia a los 92 clubes profesionales existentes en Inglaterra. “Con 40 sería suficiente”, apuntó, para ganarse el abucheo generalizado. “Si el fútbol sigue reportando algo de dinero, mediante los distintos torneos, pases y financiación del fútbol juvenil, los clubes podrán sobrevivir a largo plazo”, dijo el portavoz de la Premier League, John Nagle. Pero la receta se parece en exceso a una alquimia improbable.
Ni siquiera la posibilidad de cotizar en bolsa asoma como una solución a largo plazo. Según Kenyon, esa dejó de ser negocio: “La mayoría de los analistas coincide en ese punto porque existe enorme incertidumbre en todos los torneos y eso no les agrada a los inversores”, indicó.
Un informe elaborado por la consultora Deloitte and Touche comparó las finanzas de 24 equipos de Primera en Inglaterra y 10 clubes de la Premier League escocesa –excluyendo al Rangers y al Celtic; ayer, el primero le ganó 3-2 al segundo– y comparándolas con clubes de rugby y cricket, dos deportes profesionales y económicamente sólidos en Gran Bretaña, y que aplican controles y topes salariales.
“El fútbol británico se ha situado al frente de la carrera comercial, sobre todo en lo que se refiere a ingresos obtenidos, pero existen algunas áreas en las que deberían de fijarse en otros deportes”, comentó Gerry Boon, director de la auditora.
El estudio revela que para los clubes no hay recesión: el gasto aumenta sin freno. En 2001, los costos salariales de primera aumentaron, en promedio, el 101 por ciento, y en Escocia lo hicieron un 91 por ciento. La inflación anual en Gran Bretaña fue elevada pero no llegó a esos porcentajes.
El ingreso promedio durante 2001 fue de 13 millones de euros, pero las pérdidas llegaron a los 6,5 millones, lo que llevó a muchos clubes a solicitar un concurso preventivo. Mientras tanto, los 18 equipos de la liga de cricket obtuvieron beneficios promedio de 314.000 euros.