Mantener el rol protagónico que tuvo en los dos últimos campeonatos para posicionarse otra vez en el plano internacional es el objetivo que Independiente intentará cumplir en el segundo semestre de 2010. Y Daniel Garnero, un hombre de la casa, tendrá a su cargo la responsabilidad de conducir a un equipo que, además del Apertura, deberá jugar la Copa Sudamericana. “La chance de dirigir en este club me llegó demasiado rápido, casi en forma inesperada, pero me siento con muchas ganas e ilusionado de hacer una buena campaña”, le confió a Página/12 el ex número diez del Rojo. El DT, de 41 años, ratificó que apuntará a delinear un perfil futbolístico que conjugue el buen manejo de pelota con la agresividad ofensiva. “Quiero mantenerme fiel al gusto del hincha de Independiente, pero sobre todo lograr resultados”, recalcó el técnico.

–¿Con qué expectativas arrancará Independiente este campeonato?

–Tengo mucha ilusión y al plantel le sucede lo mismo. Estoy al frente de un grupo consolidado, que tiene ganas de dar pelea por cosas importantes. Siento que estoy ante una gran oportunidad.

–¿La más importante de su carrera como entrenador?

–Sí, seguro. Después de haber estado en Arsenal hace dos años, me llega esta chance y la verdad es algo que no me esperaba, al menos en este momento. Pero las cosas se dieron antes de lo que pensaba. Aunque era mi deseo trabajar en Independiente alguna vez, creía que la oportunidad me llegaría después de hacer más experiencia en otros clubes. Pero se presentó de esta manera y voy a tratar de aprovechar todo al máximo.

–Como jugador debió usar la camiseta diez después del retiro de Ricardo Bochini, el máximo ídolo de la hinchada. ¿Siente que ahora como DT está ante una parada más difícil?

–La verdad es que nunca lo vi de esa manera, pero creo que sí. Esto que me toca afrontar ahora es más difícil. Cuando uno es jugador nunca se siente del todo solo, se puede apoyar en los compañeros y, a partir de allí, modificar el rumbo de las cosas, de un partido, de un campeonato. En cambio, un entrenador es siempre el máximo responsable y tiene que estar en todos los detalles. Es el fusible que salta cuando las cosas no salen. Desde este lugar se sufre más.

–¿Y un técnico nunca tiene lugar para disfrutar de su trabajo?

–Si gana, sí.

–¿De cualquier forma?

–No. En Independiente siempre importa el cómo. Esto lo tengo claro, surgí acá y sé la manera en la que se vive el fútbol en este club. Lo refiero con una anécdota: cuando debuté en 1991 jugamos en nuestra cancha contra el Newell’s que dirigía (Marcelo) Bielsa. Ganamos 1-0 y le sacamos un invicto de 16 partidos. Y nos fuimos silbados. La gente había entendido que no respetamos el estilo de Independiente. Eso es algo que todavía perdura en los hinchas. Por eso, tengo claro que tenemos que ser respetuosos de una historia, pero sin descompensarnos defensivamente.

–¿Quiere decir que este equipo va a respetar la tradición del “paladar negro”?

–La idea es tener una identidad futbolística agresiva y tratar de manejar bien la pelota, de asumir el protagonismo en cada partido que juguemos o al menos intentarlo. Esa es la mejor forma de respetar la tradición de este club.

–Durante la pretemporada ensayó el sistema 4-2-3-1, que varias selecciones utilizaron durante el Mundial, ¿Independiente utilizará ese sistema táctico?

–Independiente no se va a aferrar a ningún dibujo. El fútbol no pasa por los esquemas sino por lo que se pretende hacer con la pelota, cuando el equipo la tiene y ver qué hace después para recuperarla. Lo que puede quedar bien fijo es el sistema defensivo, si uno elige jugar con tres en el fondo o hacer una línea de cuatro con laterales que se sumen al juego de los volantes, o no. Lo demás no puede permanecer estático, sobre todo de la mitad de cancha hacia adelante.

–¿Le gustó el nivel de juego que se mostró en el Mundial?

–Es muy difícil que en un Mundial se vea un juego vistoso. La competencia es muy pareja y casi siempre los partidos se definen por jugadas muy finas. Se juega siempre con muchas precauciones. Recién en las instancias finales, cuando hubo que arriesgar más, se pudo ver un mejor juego. Dentro de esa tendencia, me gustó que ganara España porque se apegó a una idea ofensiva y de buen juego.

–¿Y la Selección Argentina?

–Lo que pasa con la Selección es que se generan muchas expectativas antes de cada mundial. Nos creemos siempre que somos los mejores y que vamos a salir campeones después de jugar el primer partido. El resultado no llega y la decepción es muy grande. Hay que trabajar más con los jóvenes y con metas a largo plazo. El jugador argentino sigue siendo unos de los mejores del mundo, hay que contener esa calidad con una estructura adecuada.

–Volviendo a Independiente, ¿qué se va a priorizar en este semestre, la Copa Sudamericana o el Apertura?

–Depende de cómo nos vaya en los campeonatos que juguemos. Tenemos un plantel corto y será difícil encarar los dos frentes. Estudiantes tiene un grupo más numeroso, y no pudo jugar la Copa y el campeonato local con la misma intensidad. Si avanzamos en la Sudamericana, en algún momento vamos a tener que elegir entre uno u otro torneo.

–¿Le preocupa que Vélez sea el rival de la primera fecha?

–Es el peor rival que nos podía tocar en el arranque. Es un equipo que hace un año salió campeón y tiene un plantel con mucho recambio. Pero también es una prueba exigente que nos permitirá analizar dónde estamos parados.

–¿Qué tipo de torneo cree que veremos en el Apertura?

–Va a ser muy parejo, porque así es el fútbol argentino. El campeonato lo ganará el equipo que menos se equivoque. Como viene pasando en los últimos años.