Vie 27.08.2010

DEPORTES  › OPINION

Singapur es la confirmación de un rumbo

› Por Osvaldo Arsenio *

En el altamente competitivo deporte moderno resulta por supuesto muy difícil llegar a los primeros niveles en eventos internacionales. La gran cantidad de países desarrollados deportivamente que compiten, las crecientes inversiones en infraestructura, investigación científica y recursos humanos calificados hacen que detrás de cada medalla exista, además del lógico talento, una fuerte inversión de tiempo y recursos.

Sin embargo, resulta aún más complejo que apuntar a una medalla, abrir ejes de acción que puedan perdurar y expandirse en el tiempo.

Este es el caso de gran parte de los deportistas juveniles que tan bien nos representaron en los Primeros Juegos Olímpicos de la Juventud de Singapur. Estos chicos, con edades que van de los 14 a los 17 años, se beneficiaron con esos ejes tenazmente abiertos durante la gestión de seis años del secretario de Deporte de la Nación, Claudio Morresi.

El primer eje es la conexión del masivo deporte social con el alto rendimiento. El campeón en lanzamiento de jabalina, Braian Toledo, proveniente de los Juegos Evita y de los Centros de Desarrollo Deportivo que benefician a diez deportes más, y los programas de captación de talentos de los deportes de equipo, confirman la importancia de ese eje de acción.

La difícil ecuación estudio-deporte es el segundo eje en el cual se ha marcado un rumbo que será crucial para el futuro de muchos deportistas, con la creación de la primera Escuela Media con orientación deportiva que funciona en el Cenard y que, de replicarse en todo el país, puede ayudar en el serio dilema de muchos adolescentes deportistas: ¿estudio o hago deporte?

Por último, la reciente creación del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Enard), conformado por la Secretaría de Deporte de la Nación y el Comité Olímpico Argentino, que habrá de proveer la necesaria agilidad en la provisión de los nuevos fondos que se inyecten al deporte, dando así un paso decisivo para la consolidación de nuestro desarrollo deportivo.

A veces sucede que las medallas son sólo agradables anécdotas, en este caso además representan la confirmación de algo más complejo e importante: el inicio de un camino.

* Director Nacional Técnico Deportivo.

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