A base de grandes actuaciones y de un fuerte liderazgo, el ala-pivote argentino Luis Scola se convirtió en una de las principales figuras del Mundial de Básquet, haciendo olvidar incluso las ausencias en Turquía de sus compañeros Emanuel Ginóbili y Andrés Nocioni. “Debemos aceptar nuestra realidad, no somos una aplanadora. No nos sobran jugadores, pero tenemos un equipazo”, dijo derrochando confianza el capitán argentino, que en tres partidos en el Mundial promedia 27,7 puntos, siete rebotes y 33 minutos de juego. A los 30 años, el jugador no quiere oír hablar de descansar ante los rivales más accesibles. “¿Para qué descansar? Ya tendré tiempo cuando termine el Mundial; éstos son los torneos que uno espera. No hay nada más lindo que representar a tu país y jugar con tus amigos”, aseguró el hombre de 2,07 metros y 112 kilos.

El técnico alemán, Dirk Bauermann, no ocultó su asombro por la intensidad del argentino. “Es increíble que nunca juega a media máquina. No importa el rival, tanto aquí como en la NBA”, dijo. Por la ausencia de Ginóbili, Scola es el capitán y la voz de mando dentro del equipo, al que todos escuchan, a pesar de no ser el más veterano, y el que pregona con el ejemplo de profesionalismo y compromiso. “No soy la estrella del equipo, acá el líder es Luis Scola”, remarcó Carlos Delfino a un periodista australiano, que en su pregunta lo citó como el mejor jugador argentino.

“Es mi espejo, un modelo a seguir. Es el primero en empezar a entrenar y el último en irse. Siempre me está aconsejando, me apoya y eso es importante. Porque si alguien como él, con todo lo que logró, sigue con esa humildad, uno no puede nunca sentir que ya llegó”, dijo Juan Gutiérrez, suplente natural de Scola. “El sueño de todo entrenador es dirigir a jugadores con compromiso, dedicación y ganas de superarse. Dentro del equipo Scola es un modelo por lo que inspira y contagia”, señaló su entrenador, Sergio Hernández.

La obsesión de Scola por mejorar su juego está rindiendo sus frutos en Turquía, al ostentar un destacable 90 por ciento de efectividad en lanzamientos libres (27-30), cuando hace años su efectividad en el rubro alcanzaba apenas el 70 por ciento. La pasada temporada en Houston, el argentino dio un salto de calidad al promediar 16,2 puntos y 8,6 rebotes por partido.

Argentina se enfrentará hoy, desde las 15.30 con televisación de Canal 7 y TyC Sports, a la modesta Jordania, el equipo más débil del Grupo A, y mañana buscará asegurarse la primera plaza ante Serbia, con Scola como estandarte. Se espera que a partir de hoy, Oberto ya pueda estar en condiciones físicas luego de dejar atrás una gastritis que lo marginó de los últimos dos encuentros.