En emotivo final, un River muy juvenil derrotó anoche 2-1 a Racing sobre el final del clásico, con dos goles marcados en sólo un minuto y medio. Maxi Estévez fue el autor del primer tanto a los 33 minutos del período inicial, al capitalizar un error del lateral Lucas Mareque, tras un veloz pique y definir con un toque sutil ante la salida del arquero José María Buljubasich. Un extraño penal sancionado por el siempre polémico árbitro Fabián Madorrán, que Esteban Fuertes convirtió desde los doce pasos, y una gran maniobra personal del mismo goleador que el paraguayo Nelson Cuevas empujó a la red le otorgaron al equipo dirigido por el chileno Manuel Pellegrini su primera victoria del verano.
River reservó los titulares para el clásico del próximo domingo contra Boca Juniors, y sólo mostró la reaparición de un Claudio Husaín fuera de estado, más la presentación de su primer refuerzo, el defensor uruguayo Martín Del Campo. Pero, aunque disminuido, le alcanzó para vencer a un Racing que evidenció una leve mejoría respecto a su debut en el presente pentagonal, pero volvió a retirarse de una cancha con un sabor amargo en este comienzo de 2003.
La primera media hora del clásico no tuvo mayores atractivos, debido a que no se sacaron ventajas en el marco de un desarrollo plagado de pases equivocados y carente de situaciones de gol. La Academia fue superior a partir del gol de Estévez, pero no tuvo capacidad para estirar su ventaja mediante el contragolpe, ante un rival que recién reaccionó con el ingreso de Fuertes, más allá de que tuvo la posesión de la pelota a lo largo de casi toda la etapa complementaria.
En la fecha anterior, a River se le había escapado sobre el final el triunfo ante San Lorenzo en Salta, cuando los de Insua le empataron sobre el final y fue 2-2. Esta vez fue la revés, ya que “corrió de atrás” y supo superar a un Racing que nuevamente se encontró con la derrota.
El equipo de Ardiles, con dos partidos y dos derrotas es el único de los cinco que no ha reunido puntos en este Pentagonal de los grandes.