Rafael Nadal le frenó el sueño a Juan Martín Del Potro. El tandilense, ubicado en la 90ª posición del ranking mundial, había arrancado con una ventaja de 4-1 que disparaba la ilusión, pero el número uno del mundo dio vuelta la historia y se impuso por un doble 6-4, en una hora y 51 minutos. De esta manera, Nadal, que cortó una racha de tres derrotas consecutivas ante Del Potro, jugará la final de Indian Wells ante el serbio Novak Djokovic, que volvió a ganarle 6-3, 3-6, 6-2 al suizo Roger Federer y sigue invicto en 2011. “Estoy amargado”, reconoció el argentino, autocrítico con su rendimiento: “Cuando uno juega contra Rafa tiene que mantener el nivel desde el comienzo hasta el final. Si no lo hacés, perdés. Hoy tuve una pequeña oportunidad, pero no la aproveché. El jugó mucho mejor. No se le puede regalar nada. Es para felicitarlo”.

Aunque las aspiraciones del tandilense eran limitadas, podían llegar a ir en aumento si hubiese estado fino con su saque. Mediante esa arma fue que acorraló al mallorquín y obtuvo una diferencia que parecía indescontable, pero Nadal consiguió dos quiebres y cerró el primer set. En el segundo, Del Potro mostró poco oportunismo cuando tuvo dos chances para ponerse 3-1, mientras que el español exhibió mucha capacidad para aprovechar los errores de su rival y para liquidar la historia en los momentos decisivos.

Pese a la derrota, el argentino continúa con su ascenso vertiginoso. A partir de mañana, se ubicará en un lugar cercano a los 50 mejores. Su recuperación disparó algunas críticas de quienes consideran que el circuito debería tener temporadas de dos años, ya que muchos consideran que el ranking de Del Potro es “virtual”. “Subo puestos y sé que estoy en el camino correcto”, aseguró el tandilense. “Ojalá que en la segunda parte de la temporada esté en condiciones de competir contra los mejores y de aprovechar oportunidades como la de hoy”, se esperanzó.

Envalentonado por todas las virtudes que evidenció, el ganador señaló que jugó su “mejor partido en Indian Wells”, mientras que explicó cuál fue la fórmula ganadora: “Buscaba hacer las cosas bien, jugar ordenado, hacia su revés, pegar bolas fáciles sin complicarme la vida”. Y agregó: “Tuve la suerte de que en algún momento él me ayudó con sus errores”. El último escollo que deberá sortear Nadal para consagrarse en el certamen que reparte 3,645 millones de dólares es Djokovic, que volvió a vencer a Federer. Sin embargo, el español se mostró conforme con los resultados obtenidos durante la semana. “Para mí, lo más importante era llegar a la final. Una victoria como la que conseguí es muy importante para mí y me da mucha confianza. La verdad es que llegar a la final en el primer Masters 1000 del año es una noticia fantástica y estoy muy contento”, concluyó.