DEPORTES › DIA CALIENTE Y NOCHE ASPERA EN TC2000
› Por Pablo Vignone
Desde Santa Fe
Fuegos artificiales, miles de watts para iluminar la noche de fierros, un público palpitante bordeando los tres kilómetros y pico del circuito callejero, el semáforo rojo, el momento culminante de la velada. Entonces, el autor de la pole-position, Mariano Werner, se queda parado en plena largada. ¿Miedo escénico? Espera un cartel que nunca se mostró. Fue el único. Regaló la victoria.
Mariano Altuna (Honda) no desaprovechó el regalo de la punta, y le sacó lustre durante las 22 vueltas de la carrera. Aplicó el manual de conducción en callejeros, que sugiere ir más lento que rápido, y terminó venciendo a Matías Rossi (Toyota), el compañero de Werner, por un suspiro. Nunca hubo un segundo de ventaja entre uno y otro, pero tampoco hubo lugar para una maniobra de riesgo. “No me animé, preferí asegurar el segundo puesto”, reconoció Rossi. Emiliano Spataro (Fiat) completó el podio
Quien le puso pimienta a la carrera fue Christian Ledesma (Chevrolet), que largó noveno porque le tocó clasificar en la primera tanda. Pero aprovechó el quedo de Werner para ganar un lugar y luego fabricó varias maniobras magníficas en la primera curva para superar, sucesivamente, a Girolami (en la vuelta 7), a Silva (en la 11ª), a Yannantuoni (en la 13ª) y a Pernía (en la 15ª). Cuando llegó a Spataro, una bandera amarilla le cerró el paso al podio. “Lástima, tenía auto para pelear la carrera.”
En carrera hubo menos piñas que las que se presagiaban. El campeón Norberto Fontana (Ford) le pegó al paredón y lo mismo pasó con Werner cuando estaba 14º. Los golpes habían conmovido la tarde, incluidos los de dos campeones.
Durante los entrenamientos, el monarca del TC, Agustín Canapino, estrelló su Chevrolet de frente contra los muros, perdió el conocimiento y se quedó sin correr. “Busqué el límite y me pasé. Uno quiere ir más rápido vuelta a vuelta”, dijo el arrecifeño al ser dado de alta. Fue la segunda piña importante del piloto en 21 días.
Luego, José María “Pechito” López, bicampeón de TC2000 en 2008 y 2009, pulverizó su Fiat Línea contra los paredones en la clasificación: tal fue la fuerza del impacto que volteó dos bloques de concreto que pesan 2,5 toneladas cada uno. López abonó una factura impaga: el año pasado golpeó su Honda dos horas antes de la carrera y sus mecánicos lo compusieron en batalla con el reloj para que pudiera terminar segundo. Este año no tuvo crédito.
La fiesta del automovilismo en Santa Fe termina hoy con la habitual carrera diurna, desde las 13 (televisa Canal 13). Spataro larga desde la pole. ¿Tendrá revancha?
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