DEPORTES › OPINIóN
› Por Facundo Sava *
Cuando yo llevaba apenas una docena de partidos en la Primera de Ferro Carril Oeste, Oscar Garré, uno de mis compañeros con mayor experiencia en aquel plantel, me invitó a participar de una charla con los dirigentes sobre el tema “premios”. Cada vez llevaba a un chico distinto del equipo: “Se tienen que ir preparando para liderar grupos”, nos decía. En aquel Ferro también estaba Roberto Ayala y, aunque chico, ya era líder natural. Nos preguntaba si teníamos alguna necesidad y, si existía, buscaba una solución inmediata.
En Boca, Néstor Lorenzo, otro gran compañero, nos aconsejaba invertir el dinero en cosas seguras: “Eso les va a permitir –nos explicaba– concentrarse exclusivamente en jugar al fútbol”. Y, al mismo tiempo, restarles oportunidades de acercamiento a los oportunistas que hay en el ambiente. En Fulham, de Inglaterra, el arquero holandés Edwin Van der Sar me invitaba en los viajes a practicar inglés para comunicarme mejor y adaptarme más rápidamente al equipo.
Ahora, desde afuera, veo algunas cosas que suceden en los equipos argentinos. River es buen caso: Juan Pablo Carrizo, por ejemplo, les recomienda a sus compañeros descansar bien, cuidarse, comer bien. Si no lo hacen, les cuenta, no sólo se van a perjudicar ellos, sino que van perjudicar al colectivo. Lo mismo Matías Almeyda y su discurso público: salir de este momento que vive River más allá de la deuda que tiene el club con los jugadores. Establecer una escala de prioridades.
El entrenador de Barcelona, Josep Guardiola, dice siempre que los líderes de su equipo le ahorran mucho trabajo, son los que primero llegan y los últimos que se van, están en todos los detalles y se entrenan como si estuvieran jugando la final del mundo.
Los jugadores líderes, muchos de ellos ya entrenadores recibidos, son los que ayudan a los técnicos a ganar partidos, aportándoles ideas de trabajo, pensando en cuestiones tácticas, a mantener el grupo unido, a tener claro los objetivos. Son los que respetan y enseñan a los jóvenes, los que buscan solucionar conflictos tanto dentro como fuera de la cancha, los que aconsejan a los menos experimentados cómo manejarse con el periodismo. River, Vélez, Estudiantes tienen varios de esta clase de jugadores y es una de las razones por la que están arriba.
La gran pregunta es cómo se consiguen estos jugadores: lograr su participación en la búsqueda de los límites y los objetivos, fomentar el trabajo en equipo, capacitar a entrenadores de juveniles en todo lo referido a conducción de grupo, darles responsabilidades, capacidad de decisión y motivación. Son sólo algunas maneras, pero hay muchas más.
Si se logran líderes de grupo en un equipo, buena parte del partido estará ganado.
* Ex futbolista.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux