Marcelo Bielsa finalmente rechazó la propuesta para volver a ser entrenador de Newell’s. “Marcelo me agradeció la propuesta, pero me explicó que los planes que tenía previamente habían avanzado, así que será en otra ocasión”, aseguró el presidente del club, Guillermo Lorente, tras recibir la negativa. De este modo se desvaneció el sueño de jugadores, hinchas y dirigentes del club rosarino de volver a contar con Bielsa.

Rosario había amanecido convulsionada. El posible regreso del ex entrenador de la Selección Argentina, divulgado tras una reunión con el presidente Lorente en la noche del lunes, ilusionó a todos los hinchas desde temprano. Sin embargo, la idea del entrenador fue otra.

Tan convulsionada quedó Rosario con la posibilidad del regreso del hijo pródigo al club de sus amores que hasta su propio hermano, el ex canciller Rafael Bielsa, bromeó: “Si Marcelo no asume en Newell’s, le abollo la cabeza”. Ahora se verá qué sucede en la familia.

La ilusión cundió durante toda la jornada. “Es una buena noticia que de entrada no dijera que no. Las chances están 50 y 50. Pero tampoco podemos decir que es fácil la respuesta positiva. No queremos vender humo”, aseguraba el tesorero de Newell’s, Jorge Ricobelli. A esa incertidumbre se aferraron todos. Y así se encendió la esperanza de los hinchas. Unos 200 simpatizantes se autoconvocaron frente a la casa que el entrenador posee en Rosario para pedirle que volviera a ser el técnico del equipo. Por otro lado, los fanáticos, que habían anunciado para la noche un “banderazo” en el estadio, adelantaron finalmente la manifestación para la tarde y también se dirigieron hasta el domicilio del técnico.

Motivos sobraban: Bielsa, máxima figura del club, cuya idolatría incentivó a sus hinchas a promover en diciembre de 2009 que el estadio del Parque Independencia lleve su nombre, siempre resaltó su amor por Newell’s. Ese mismo Bielsa que hasta siendo aclamado en Chile pidió perdón en una conferencia de prensa en Santiago por admitir que en su corazón llevaba los colores rojo y negro de Newell’s. Ese mismo Bielsa que llevó al conjunto rosarino a dar la vuelta olímpica en 1991, en una recordada final ante Boca en definición por penales.