Vélez dio un paso clave. A pesar de la ausencia de sus delanteros titulares y con el cruce ante Libertad en la cabeza, el equipo de Gareca se impuso 2-0 a Banfield y ahora estiró su ventaja a cuatro puntos sobre Godoy Cruz y a cinco sobre River y Olimpo, sus perseguidores.

Con la tranquilidad de que le dejaban los resultados del fin de semana, Vélez salió a jugar sin la adrenalina de tener que defender la punta. Sabía que el liderazgo no corría riesgos. Entonces, entre los lesionados y los reservados para el encuentro por la Copa ante Libertad que determinaron una formación de emergencia, más una actitud cautelosa en el comienzo, Vélez no se pareció al equipo sólido y dominante de los últimos juegos. Por el contrario, el que se paró con mayor determinación fue Banfield, que al minuto estuvo a punto de abrir el marcador con un cabezazo de Bustamante que rebotó en el travesaño y que en ese cuarto de hora inicial mostró mejor juego que el líder.

Para su fortuna, Vélez no pagó ese mal momento con goles en contra. Por eso, en cuanto Ricky Alvarez pudo hacerse cargo del equipo e imponer su habilidad para progresar, el conjunto de Gareca primero equiparó las acciones y luego pasó a dominarlas. Un remate del volante que tapó bien Bologna y una asistencia suya para que Augusto Fernández llegara vacío y rematara desviado desde el borde del área fueron las mejores acciones de esa primera mitad.

Ya para la segunda parte, la idea de Vélez fue ser más agresivo. Se plantó 15 metros más adelante y buscó acorralar a Banfield, que aceptó ese rol y apostó todo a aguantar y sacar un contragolpe salvador. El problema para el puntero radicaba en el poco peso ofensivo que tenía en los últimos metros, sintiendo la ausencia de Silva y de Martínez. Todo lo que generaba Alvarez moría en el borde del área. Y ni siquiera el ingreso de Maxi Moralez parecía poder revertir la situación.

Claro que las intenciones del líder no fueron resignarse a empatar. Y como no lo hizo, tuvo su premio. Sin delanteros confiables, la posta la tomaron los defensores: tras un corner de Moralez, Domínguez ganó de arriba en el segundo palo y le bajó la pelota a Cubero, que anticipó a los todos y venció a Bologna. Obligado por el resultado, Banfield buscó la heroica, pero ya era tarde. Desordenado en el fondo, permitió que Bella armara una gran maniobra por la derecha y le colocara un pase perfecto a Ramírez, que aprovechó las ventajas para definir con clase. Así Vélez se aseguró un triunfo tranquilizador y afrontará con más confianza los cuartos de final ante Libertad.

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