Racing, que contó con sus figuras y volvió a mostrar su poder ofensivo, no pudo ayer en Avellaneda ante un Banfield que se paró de contra y resolvió el trámite en una ráfaga. El empate estuvo cerca, pero no llegó. La derrota complica a Racing, que busca entrar a la Sudamericana.

Si las ausencias de Patricio Toranzo, Pablo Lugüercio y Teófilo Gutiérrez habían sido clave en la derrota frente a Quilmes la semana pasada, en esta oportunidad permitieron que el circuito futbolístico del elenco de Avellaneda volviera a lucir su imagen habitual. El tridente, sumado a la solidez desde el mediocampo de Claudio Yacob, conformaron un sistema de asociaciones que generó peligro en el arco de Bologna.

Pero el envión duró poco. No fue contundente. Y Banfield, que se diseñó para jugar con el contragolpe, sacó el mayor rédito por esa vía: A los 10 minutos falló Romero con un remate desde afuera del área. Poco después, el que no perdonó fue Facundo Ferreyra. El juvenil tomó la pelota de espaldas, se acomodó y tras desprenderse de la marca, definió para abrir el marcador. Y no se quedó ahí la efectividad del visitante. Diez minutos más tarde del primer tanto, Toledo combinó con Achucarro, desbordó y el remate del defensor se desvió en Matías Martínez para poner el 2-0.

En el arranque del complementario, Ferreyra estuvo cerca del tercero, pero Fernández respondió. Después, Racing mejoró y trató de llevarse por encima a los visitantes, que se quedaron con diez por la expulsión de Víctor López, por un cabezazo malintencionado sobre Teo Guitérrez.

Pero no estaba preciso Racing en los últimos metros y así desperdiciaba sus oportunidades. Cahais probó suerte en un tiro libre, después falló Hauche tras un error del arquero Bologna, pero la pelota no entraba. Hasta que apareció Hauche por la derecha, desbordó y sacó un centro en el que falló Bologna y la pelota pegó en Dos Santos y se metió en su propio arco. Racing pudo empatarlo inmediatamente, pero el árbitro Maglio le anuló el segundo por una supuesta posición fuera de juego. Pero los de Avellaneda no se resignaron y siguieron buscando el descuento. Casi llega con un mano a mano y toque de zurda de Gutiérrez, que Bologna desvió con un manotazo desesperado. Banfield se parapetó atrás y sufrió hasta el final. Más allá de que en otra contra, Bustos amplió la ventaja con un golazo.