–¿Cómo imagina el duelo frente a Perú?

–Muy difícil, como cada uno de los partidos que jugamos en esta Copa. Hay que tener en cuenta que a medida que se acercan los tramos finales del torneo, los nervios y la ansiedad van en aumento. Perú es un equipo con futbolistas de gran nivel y un par de figuras que le dan fortaleza al resto del plantel. No creo que sea ninguna sorpresa que haya alcanzado esta instancia y por eso hay que respetarlo y saber cómo jugarle para llegar a la final.

–Luego de vencer a Argentina, y teniendo en cuenta las selecciones que hay en semifinales, ¿Uruguay es el máximo favorito?

–Esta Copa América ya no admite favoritos. Ser candidato se torna perjudicial con el correr de los partidos. Venimos de superar al local y uno de los máximos exponentes para tratar de ganar el título, pero nosotros debemos continuar por el camino de la tranquilidad, sin extralimitarnos y pensando siempre en el próximo encuentro.

–La confianza tras la actuación frente al dueño de casa, al menos en lo personal, debe estar en alza...

–Eso seguro. En particular fue un partido soñado para mí, especialmente por algunas pelotas que eran complicadas y logré salvar. Después, los penales son pura intuición, y por suerte logré desviar el que nos permitió clasificar. Lo que brinda confianza y seguridad es la entrega y el esfuerzo que despliega el equipo en toda la cancha. Sacamos del camino a un rival durísimo y ahora se viene otro, que tendrá distintas cualidades, tal vez con otro planteo, y seguramente con un apoyo que genere presión menor a lo que fue con Argentina, pero igualmente será muy difícil.

–¿Cómo influirá en el partido el hecho de que ambos equipos hayan disputado tiempo suplementario?

–Esa instancia desgasta físicamente y fundamentalmente en lo mental. La presión, los miedos y la sensación de estar tan cerca de la clasificación hacen un combo impresionante que puede jugar en contra. Sin embargo, más allá de estar con menos fuerzas, las ganas y el ímpetu por seguir avanzando te llevan a dar más de lo que podés. Ya conocemos a Perú, con su juego sobrio y que saca provecho de los errores del rival. Hay que tratar de no repetir lo que sucedió en la jornada inicial.

–¿Cómo vive el plantel la chance latente de volver a convertir a Uruguay en el máximo ganador de la Copa América, con quince títulos?

–Con mucho entusiasmo. Conscientes de esa chance, pero sin prestarle demasiada atención. Este plantel quiere demostrar que lo del Mundial no fue casualidad y que estamos en pleno crecimiento para darle una nueva alegría a Uruguay.

Entrevistó: Matías Quercia.