“El rasgo distintivo de la Selección se llama (Lionel) Messi. Tener al mejor jugador del mundo ya es indudablemente un rasgo distintivo. Ahora hay que rodearlo con un equipo que asegure la solidez y que ayude para que Messi muestre la misma capacidad de desequilibrio que muestra en Barcelona”, opinó Jorge Valdano, de paso por la Argentina.

“Lionel ya no asombra a nadie. Con él nos acostumbramos a lo extraordinario. Y de repente empezamos a cometer injusticias: hace unos días batió el record histórico de goles en una temporada en el fútbol europeo y no digo que pasó inadvertida, pero la noticia no tuvo el impacto que se merece”, afirmó el ex integrante del campeón del mundo de 1986.

“Estamos ante el primer genio del siglo XXI. Pero con una singularidad: a los genios les solemos permitir intermitencias y él es un genio con una continuidad asombrosa, ya sea a lo largo de un partido, de un campeonato. El día que juega mal, Messi está entre los tres mejores del partido”, afirmó.

Para Valdano, “a Messi da gusto verlo con la pelota en los pies. Y encima después del partido se quita importancia y vive como si fuera cualquiera. Es muy difícil no confundirse siendo Messi y él lo logra. Tampoco eso se valora en su verdadera dimensión”.

“Es un chico de 24 años, que todavía no alcanzó su plenitud futbolística y que le ha ganado a la historia del fútbol europeo. Pero estamos tan acostumbrados a lo excepcional que ese tipo de datos nos parecen normales. Lo que más me asombra es su talento natural, un tipo que nació con una ventaja genética y que además le agrega una relación muy distendida con el juego”, explicó Valdano.

“En la Argentina nos hemos alejado de la esencia. La Selección que ganó el Mundial del ’78 fue un equipo muy argentino que, a la vez, revolucionó nuestro ritmo futbolístico. De eso nos hemos ido alejando paulatinamente”, opinó en una entrevista de la agencia Télam. “Es que hay algo que nos confundió en el camino. Lo que trastorna a la gente del fútbol es la desesperación en la búsqueda del resultado. Eso trastorna los procesos de formación, la cultura futbolística y, a veces, la honestidad de los protagonistas.”

Según el ex entrenador del Real Madrid, “el Barcelona se acercó a la perfección y los demás equipos llegan a donde pueden, pero al fútbol ya no se lo bastardea como en otros tiempos”.