“Pensé que íbamos a marcar más goles.” Marcelo Bielsa, el entrenador de la Selección Argentina, se confesó tras la victoria 3-1 sobre los entusiastas libios, comandados por Saadi Khadaffi, el miércoles en Trípoli. Bielsa se mostró sorprendido por el nivel de los adversarios, un equipo de gambeteadores en el que se destacó Tareq Taib, autor de un golazo que significó el empate transitorio del conjunto local.
“Me intranquilizó el empate. Siempre pensé que íbamos a ganar y marcar más goles”, admitió Bielsa, quien destacó su conformidad por el primer tiempo desarrollado por el conjunto argentino, que se fue ganando 1-0 luego de que Saviola aprovechara un rebote dado por el arquero Garzal tras un remate de larga distancia de Sorín.
“En el primer tiempo estaba más clara nuestra superioridad, pero en el segundo hubo la misma cantidad de oportunidades en las dos áreas”, apuntó el técnico rosarino. De hecho, tras el empate de Tareq Taib, al minuto llegó el segundo gol argentino, un formidable disparo de 30 metros de Juan Román Riquelme. Pero en la jugada posterior, fue Saadi Khadaffi –el hijo del líder libio, que es a la vez presidente de la Federación Libia y titular del seleccionado– el que se perdió el empate, al rematar alto y desviado el balón cuando había quedado solo contra el arquero Cavallero. Sobre el final llegó el gol de Pablo Aimar, un cabezazo tras centro de Leonel Scaloni, que cerró el marcador.
Pese a tratarse de un rival de escaso nivel, el entrenador del seleccionado argentino puntualizó que este partido también le sirvió para extraer conclusiones. “Estos partidos sirven, más allá del rival. Todos los encuentros internacionales son pruebas para los jugadores”, subrayó Bielsa. El entrenador hizo debutar en la Selección a su comprovinciano Germán Heinze, que entró en el segundo tiempo por Sorín, y perdió la pelota que derivó en el empate libio.