Luego del cimbronazo que significó el jueves la caída de Rafael Nadal en la segunda ronda de Wimbledon, Roger Federer estuvo ayer muy cerca de vivir una experiencia similar al perder los dos primeros sets ante el francés Julien Benneteau, pero pudo recuperarse y se impuso 4-6, 6-7 (3), 6-2, 7-6 (6), 6-1 en tres horas y 34 minutos. De esta manera, el suizo todavía tiene la chance de regresar al primer lugar del mundo si consigue su 17º título de Grand Slam en esta edición del Abierto británico.

“Ha sido un partido muy duro y una gran remontada. La verdad es que luché mucho y la suerte me ayudó”, remarcó Federer, que se instaló en los octavos de final, instancia en la que se medirá con el belga Xavier Malisse, quien ayer superó al español Fernando Verdasco. Por el mismo lado del cuadro, el número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic, también avanzó al superar 4-6, 6-2, 6-2, 6-2 al checo Radek Stepanek y ahora se medirá ante su compatriota Viktor Troicki, que superó a Juan Mónaco (ver arriba).

De acuerdo con el cuadro, el eventual cruce entre Djokovic y Federer se daría en semifinales, lo que abre la chance de que el suizo recupere el número uno del mundo si se queda con el título. Si Federer gana el torneo, llegará a 11.075 puntos y significará que el serbio, como máximo, pudo acceder a las semifinales, con lo que a lo sumo conseguiría 720 unidades y quedaría con 11.000. Es la única chance posible, ya que si Federer no consigue el certamen, no tiene manera de superar al serbio. En cambio, lo que ya es seguro es que el suizo superará en el segundo lugar del escalafón a Nadal, quien tras la caída del jueves ante el checo Lukas Rosol ya no podrá defender los 1200 puntos que consiguió por la final del año pasado en el césped del All England.