¿Proatletas o antiatletas? La ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos es una fiesta pensada para el disfrute de los deportistas, pero con el pasar de los años se convirtió en el primer desafío físico al que se enfrentan.

La ceremonia de mañana en el estadio olímpico de Londres no será una excepción. El espectáculo ideado por el cineasta Danny Boyle durará probablemente más de tres horas, lo que supone que finalizará bien pasada la medianoche británica.

Durante la mayor parte de ese tiempo, los atletas que participen en el desfile deberán permanecer de pie, y probablemente no lleguen a sus habitaciones para descansar antes de las dos de la mañana del sábado.

Los que compiten el fin de semana corren un alto riesgo de sentir el cansancio, por lo que cientos de deportistas renuncian a tomar parte de un acontecimiento que todos esperan con emoción.

Casi la mitad de los miembros del equipo local se perderán la cita, pues el Team GB acordó con sus deportistas que todo aquel que compitiera en las 72 horas siguientes al evento podría quedar excusado. “Nosotros recomendamos que no vayan si compiten por lo menos hasta el lunes”, contó Sanjogita Soodan, miembro del equipo médico de India. “Para que todos pudieran ir, la ceremonia debería hacerse dos o tres días antes de empezar los Juegos.”

Los regatistas españoles Iker Martínez y Xabi Fernández renunciaron incluso a ser abanderados de su país por no comprometer su preparación para la vela, que se disputa en Weymouth, a unas tres horas de Londres. El remero argentino Santiago Fernández, que toma parte de sus cuartos Juegos Olímpicos, sólo estuvo presente en una ceremonia inaugural y de ésta también se ausentará.

También se borró de la lista de abanderados la gran estrella de los Juegos de 2008, el estadounidense Michael Phelps, que al tener que nadar los 400 metros estilos al día siguiente declinó antes de la votación ser el elegido. Luciana Aymar, la abanderada argentina, jugará con las Leonas el domingo ante Sudáfrica.

“La mayoría de los gimnastas tampoco van a estar”, advirtió el mexicano Daniel Corral. “Si fuera más corto, seguro que podríamos ir. Es una lástima, pero estar te modifica entrenamientos, comidas... Y estar saltando puede ser divertido en el momento, pero luego se paga.”