Boca e Independiente volvieron a regalar un partido inolvidable, con un 3-3 que tuvo distinto sabor para cada uno. Resulta difícil explicar un partido que resultó cambiante, plagado de errores, con golpes de efecto constantes y con situaciones anímicas bien distintas. Por momentos parecía parejo, en otros pasajes estaba para la goleada de Boca, luego daba la sensación de que el partido pintaba para Independiente. En ese momento, el conjunto de Falcioni tomó ventajas nuevamente, pero sobre el final llegó la igualdad definitiva, que deja la serie abierta para la revancha, aunque el equipo de Cristian Díaz se llevó la ventaja de haber anotado tres goles como visitante.

Los primeros minutos mostraron un nivel parejo, con dos equipos que no tenían demasiadas ideas. Sin embargo, un grosero error de Galeano abrió el partido. El defensor quiso rechazar, pero pifió el balón, se cayó y le dejó todo servido a Silva, que definió con un derechazo cruzado para dejar sin chances a Navarro. Y, a partir de ahí, el nerviosismo se apoderó de los jugadores de Independiente, que determinó un desconcierto total en el medio y en la última línea. Del otro lado, de la mano de un Sánchez Miño iluminado, Boca se adueñó del partido y generó numerosas ocasiones de gol como para aumentar, pero la impericia propia de sus delanteros no se lo permitió. Por eso, el resultado quedó abierto a pesar de la notoria diferencia entre ambos equipos.

Como quedó groggy pero Boca no lo noqueó, Independiente pudo recuperarse en el final de la primera etapa, cuando Vidal desbordó por la izquierda y envió un centro al medio donde Santana anticipó a sus marcadores y señaló el empate. Claro que casi no tuvo tiempo de festejarlo, porque Somoza, tras recibir una asistencia de Silva y desde afuera del área, le devolvió la ventaja a Boca con un tremendo derechazo que pegó en el palo y se metió.

Otra vez parecía que el equipo de Falcioni tenía el desarrollo servido para llevarse una victoria cómoda. Sin embargo, un doble error de D’Angelo le permitió a Rosales volver a empatar con un toque preciso por encima del arquero y de los centrales. Y casi de inmediato, Schiavi vio una roja que le terminó de complicar el partido al conjunto local. Con uno menos, pero obligado en el marcador, Falcioni tocó piezas y mandó a la cancha a los debutantes Albín y Acosta, que le dieron una buena mano a su equipo. Igual, Independiente tuvo un par de ocasiones para anotar, pero D’Angelo le sacó el gol a un cabezazo de Farías y luego el goleador estrelló un remate en el travesaño.

Cuando peor la pasaba Boca, Sánchez Miño completó una noche espectacular, ante la mirada del DT de la Selección, Alejandro Sabella, con un tiro libre perfecto que se clavó en el ángulo de Navarro. Claro que todo no estaba dicho. Otra grosera falla, en este caso de Clemente Rodríguez, derivó en un penal que Farías se encargó de convertir para que Independiente se llevara un empate con gusto a triunfo y, sobre todo, encontrara un poco de aire para su entrenador. Para Boca quedó la sensación de haber dejado pasar su momento y ahora deberá buscar su clasificación en Avellaneda.

3- BOCA

D`Angelo; Cellay, Schiavi, Burdisso, C. Rodríguez; Ledesma, Somoza, Sánchez Miño; Chávez; Blandi, Silva.

DT: Julio César Falcioni.

3- INDEPENDIENTE

Navarro; Russo, Tula, Galeano, Morel Rodríguez; Santana, Battión, Vargas; Rosales; Vidal, Farías.

DT: Cristian Díaz.

Estadio: Boca.

Arbitro: Patricio Loustau.

Goles: 15m Silva (B), 44m Santana (I), 45m Somoza (B); 48m Rosales (I); 76m Sánchez Miño (B); 90m Farías (I), de penal.

Cambios: 45m Cáceres por Galeano (I); 53m Albín por Chávez (B); 60m Acosta por Blandi (B); 62m Ferreyra por Vargas (I); 66m Leguizamón por Vidal (I).

Incidencias: 51m expulsado Schiavi (B).