Sergio “Maravilla” Martínez desafió al estadounidense Floyd Mayweather al anticipar que le hará “sonar los huesos” como a Julio César Chávez Jr., y anunció que quiere concretar el combate entre ambos en 2013.

“Madre mía, Mayweather, cuando te agarre te van a sonar los huesos como a Chávez. A Junior le prometí que le iban a crujir todos los huesos y se lo hice. Olvidate del último asalto, no pasó nada”, amenazó el flamante campeón mundial de los medianos versión CMB, en un programa de TV en Madrid. “Floyd, estate listo porque te voy a encontrar en el 2013. De aquí a noviembre de 2013 te voy a encontrar de verdad, te lo prometo”, agregó.

Martínez, quien hace diez años vive en Madrid, quiere pelear con Mayweather, cuyo último combate fue el 5 de mayo de 2012 ante el portorriqueño Miguel Cotto, donde ganó el título mundial de la Asociación y el título Diamante del Consejo en la categoría superwelter.

“El combate con Mayweather es más viable, pero él es un personaje muy particular e inaccesible. Está como viviendo en una nube, pero en cuanto le llegue mi mensaje se va a bajar”, puntualizó. “Desde luego, él es el mejor”, reconoció luego en una entrevista con la agencia EFE. “Pero esto no significa que no le vaya a ganar si logro enfrentarme a él.”

El quilmeño descartó un combate con el filipino Manny Pacquiao, uno de los mejores libra por libra del momento, que el 9 de junio de este año perdió el cinturón de peso welter de la OMB a manos del estadounidense Timothy Bradley. “Con Pacquiao es imposible. Hay una diferencia de peso abismal, porque él es muy pequeño y lo máximo que dio de peso antes de una pelea fueron 65 o 66 kilos y yo lo mínimo que puedo dar son 70 kilos”, explicó.

Consultado sobre la revancha ante el mexicano Julio César Chávez Jr., que ya tiene fecha y lugar tentativos en Texas, en mayo de 2013, Martínez aclaró: “Después de que cumpla la sanción que le den por el doping, seguro habrá revancha”. Pero demandó que Chávez se someta a un control antidoping olímpico. “Sesenta días antes del combate, 30, 15, ocho, un día y el análisis pospelea”, reclamó.

Martínez recordó el combate que le dio el título mundial señalando: “No tenía duda de que los jueces me iban a dar la victoria. Nunca pensé que su veredicto me pudiera perjudicar, pues sabía que había ganado”.

El boxeador, de 37 años, contó que se encuentra en Madrid para que le hagan “ocho estudios de la rodilla y el tobillo. La rodilla seguro me la operan, pero en la mano sólo tengo una fisura que apenas requiere de descanso”, detalló, al tiempo que recordó que “la lesión en la mano izquierda se provocó porque el vendaje estaba mal hecho y se corrió”.