DEPORTES
› RIVER LE GANO A BANFIELD PERO LOS HINCHAS PIENSAN EN BOCA
Lo que importa es el próximo domingo
Ni el rival de ayer, ni el de la semana por la Copa Libertadores, el América de Cali, eran el objetivo de la tribuna. Esa presión bajó hacia la cancha, y el 2-0 de Husaín y Cavenaghi se transformó en preocupación, en los últimos minutos, cuando Colautti descontó.
› Por Adrián De Benedictis
Los antecedentes no eran positivos. En los últimos años, River siempre sufría algunos contratiempos antes de enfrentar a su máximo rival, Boca. No sólo no podía ganar, sino que dejaba una imagen demasiado desdibujada en su rendimiento. Para colmo, Banfield arribaba al estadio Monumental con el recuerdo de la histórica goleada (5-0), consumada el año pasado en el Sur. Si bien todavía debe viajar a Cali para afrontar la revancha ante el América, el martes próximo por la Copa Libertadores, el pensamiento en Boca es inevitable. Por ello los hinchas exigieron ayer una victoria dentro de siete días, teniendo en cuenta la reciente derrota ante el entonces equipo conducido por Oscar Tabárez, con los dos goles de Marcelo Delgado incluidos.
Al igual que sucedió el martes pasado ante los colombianos, River consiguió un gol con mucha rapidez. Apenas habían pasado diez minutos cuando Darío Husaín giró en el área para desmarcarse de dos defensores, y definió de zurda al palo derecho de Noce. Pero cuando parecía que a partir de ese momento River tomaría la iniciativa del juego, Banfield fue el que mejor trató la pelota para acercarse a la igualdad. Tres minutos después de aquel gol, Galarza estrelló un cabezazo en el palo luego de un corner de Moreno y Fabianesi.
Mientras los hinchas entonaban cánticos contra Boca, el equipo no daba las garantías suficientes como para sostener la ventaja. Después de que Cervera remató de zurda al lado del palo, recién a los 27 minutos River tuvo otra chance, pero Noce le ganó el duelo a Luis González. Sin duda, la jugada más polémica llegaría tres minutos más tarde: luego de una mano de Ameli en el área, el árbitro dejó seguir y Jiménez sacó un fuerte derechazo que dio en el palo.
En la segunda parte River volvió a exhibir la misma contundencia, porque después de que Noce le tapara el gol a Cavenaghi, el delantero pudo gritar a los nueve minutos. Después de amagar ante un defensor, definió de derecha al palo más lejano del arquero. Más tarde, Demichelis desperdició su oportunidad con un toque al lado del palo.
Pero la incertidumbre llegó a los 27 minutos, cuando Colautti –celebró ayer su cumpleaños número 21– empujó la pelota debajo del arco una habilitación de Cervera. El mayor temor para River fue un cabezazo del ingresado Bilos, que encontró bien parado a Buljubasich. Antes, Noce le había sacado un remate a Fuertes. Sobre el final, Ludueña desaprovechó dos chances: la primera pegó en el palo, y la segunda se fue al lado del arco. A esa altura, River ya estaba más preocupado por lo que vivirá en esta semana, que puede ser decisiva para su futuro.