DEPORTES
› UN FALLO DISCUTIBLE LE FACILITO LA VICTORIA ANTE CHACARITA
A Boca lo ayudaron a sostenerse
El equipo de Carlos Bianchi se mantiene en la punta del Clausura junto a Vélez, luego de que Schiavi anotara un dudoso penal que cobró el árbitro Brazenas y que Tevez completara el marcador con un golazo. “Fue de esos partidos que hay que ganar para estar ahí”, opinó el entrenador.
› Por Ariel Greco
A Boca le bastaron treinta minutos brillantes de Carlos Tevez y un penal bastante discutible para vencer 2-0 a Chacarita y mantenerse como líder del torneo Clausura. A una semana del clásico ante River, el equipo de Carlos Bianchi no jugó un buen partido, pero le alcanzó con su oportunismo y su practicidad para quedarse con la victoria ante un rival que sólo le opuso voluntad, aunque careció de ideas para inquietarlo. Los tantos los marcaron Rolando Schiavi, de penal, y Tevez, con un golazo sobre la hora.
Hasta el ingreso del juvenil delantero, Boca había sido un equipo abúlico, sin imaginación para romper el esquema adversario y que casi no había tenido situaciones de peligro frente al arco del aplaudido Navarro Montoya. Con Marcelo Delgado apagado en su función de conductor, con Estévez sin posibilidades de desequilibrar con su habilidad y con Moreno sin peso específico para contener a los zagueros de Chacarita, Boca nunca demostró la jerarquía de un equipo con aspiraciones de título.
Es cierto que en su área tampoco sufrió, ya que los de Babington atacaron casi sin gente, y a eso le sumaron muy poca inteligencia para hacerlo. Así, entre Boca que intentaba poco y Chacarita que no generaba nada, el partido se convirtió en un bostezo, con rechazos a cualquier parte, forcejeos en mitad del campo y pelotazos a dividir casi de manera constante.
No cambió demasiado en la segunda parte, salvo que Chacarita se animó a salir del fondo y complicó con algunos remates desde afuera del área y un centro que se le escurrió a Abbondanzieri. Ante semejante panorama, parecía que Boca dejaba todo servido para que sus rivales más tarde lo postergaran en la pelea por el título. Sin embargo, Bianchi, y sobre todo Tevez, tenían otros planes. Apenas el técnico lo colocó en la cancha, el pibe demostró que algo distinto podía producir. En su primera intervención le ganó por derecha a Pena y sacó un derechazo al primer palo que casi se transforma en el primer tanto.
Y en su segunda aparición trascendente llegó la jugada polémica que definió el encuentro. Tevez recibió de Estévez y encaró por izquierda. Cuando devolvió hacia el medio, Luciano Precone se cruzó a barrer y la pelota pegó en el brazo izquierdo. Por más que pareció que el defensor no tuvo intención de utilizar su mano, Brazenas señaló el penal. Ante la ausencia de Barros Schelotto y de Delgado, el encargado de ejecutar el tiro fue Schiavi, que batió a Navarro Montoya con un remate bajo muy bien colocado junto al palo izquierdo.
Por más que había un solo gol de diferencia y todavía restaban más de veinte minutos, ese gol liquidó el partido. Con la ventaja y los cambios que introdujo Bianchi, Boca no pasó ni un solo sobresalto, aunque se agrupó demasiado cerca de Abbondanzieri. Con desprolijidad y sin ningún rubor por ello, los defensores visitantes rechazaron cada pelota lo más lejos posible, sin importar demasiado si ese bochazo caía en las cercanías de Tevez, el único destinatario posible que había quedado en el ataque. Chacarita intentó perforar con la gambeta de Román Díaz, pero ni siquiera consiguió que sus centros llegaran al área.
Por eso, con los locales totalmente jugados, Tevez burló el adelantamiento en masa que intentaron los defensores ante un pase de Villarreal y se fue solito a encarar a Navarro Montoya. El delantero boquense no se puso nervioso, con un quiebre de cintura dejó quieto al arquero y tocó al gol sin oposición. Así, porque Tevez quiso, Boca ganó y sigue líder, a la espera de River.