Tras la salida de Carlos Retegui como entrenador de Las Leonas, los dirigentes de la Confederación Argentina de Hockey (CAH) consideraron que el reemplazante debía ser una figura de consenso, una personalidad indiscutida en el ambiente de un deporte que en los últimos años vivió una gran expansión, de la mano de los éxitos que cosechó el representativo nacional femenino. Fue así como surgió el nombre de Marcelo Garrafo, ex jugador y entrenador de la Selección masculina, que también ejerció la función pública en la Secretaría de Deportes de la Nación durante 1999 y 2003. “Siento un gran afecto por la camiseta y ésta era una gran oportunidad de completar el ciclo exitoso que se inició con (Sergio) Cacho Vigil”, señaló el técnico en una charla con Página/12. Además, aseguró que tiene la intención de convocar nuevamente a la delantera Soledad García y de contar con Luciana Aymar, la mejor jugadora del mundo, que tras los Juegos Olímpicos había anunciado su retiro del equipo. “Este será un proceso abierto a quien quiera sumarse”, remarcó.

–¿Siente que llega para iniciar un proceso de renovación?

–En verdad, la renovación se inició con la gestión de Retegui, que llevó a cabo un trabajo que permitió consolidar en el equipo a muchas jugadoras jóvenes. Mi intención es potenciar ese proceso para que Las Leonas den un salto de calidad. Desde 1997, con la llegada de Vigil, se comenzó un proceso virtuoso y la idea es continuar así para seguir creciendo aún más.

–Durante el ciclo de Retegui, la delantera Soledad García fue excluida de la Selección, ¿será tenida en cuenta en esta etapa?

–Asumí en Córdoba, su provincia natal, y hablé con ella. Le dije que las puertas de la Selección estaban abiertas y que me gustaría sumarla al proyecto. La vi entusiasmada y con ganas de volver a ponerse la camiseta de Las Leonas. Espero que así sea. Es una jugadora de prestigio que puede aportarle mucho al grupo.

–Luciana Aymar anunció que dejaba la selección tras los Juegos de Londres, pero ¿existe la posibilidad de que continúe un tiempo más?

–Voy a hablar con ella para ver qué es lo que pretende. También me gustaría que siga un tiempo con Las Leonas. Es la mejor jugadora del mundo y tenerla en el equipo es algo que entusiasma a cualquier entrenador. Este será un proceso abierto, la idea es sumar.

–Tras el crecimiento que tuvo el hockey en estos últimos años, ¿se puede afirmar que existe una forma “argentina” de vivir el juego?

–En ese sentido, me parece bastante ilustrativo lo que dijo (Lionel) Messi hace unas semanas atrás, cuando contó que en Argentina le pedían que corriera y que los fundamentos técnicos y tácticos más importantes los adquirió en Barcelona, donde completó su formación como futbolista profesional. En el hockey pasa algo similar. A los pibes y las pibas que empiezan a jugar se les pide que al talento natural le agreguen sacrificio y esfuerzo, pero lo más importante es poner la calidad individual al servicio de un sistema colectivo. Y ésa es la lucha que tenemos que dar en el hockey argentino.

–¿Es un objetivo que tratará de alcanzar?

–Sí, la idea es dejar un sistema, una forma de jugar. Por delante tenemos muchos desafíos: Champions Trophy, un Mundial y quizá los Juegos de Río de Janeiro, pero más allá de los títulos, lo más importante es fijar una idea táctica, un concepto colectivo.

El próximo 27 de abril, se celebrarán elecciones en la CAH, y el actual presidente de la entidad, el mendocino Daniel Marcellini, buscará la reelección, pero deberá competir con el senador Aníbal Fernández, que mantiene un vínculo muy estrecho con Retegui. Por eso, en el mundillo de este deporte se especula que si la lista que encabeza el dirigente justicialista y titular del club Quilmes se impone en los comicios, el Chapa podría reasumir en el cargo.

–¿Tiene garantías con respecto a su continuidad más allá de lo que suceda en abril?

–Trato de mantenerme al margen de las disputas políticas. No soy dirigente y sólo me preocuparé por entrenar a Las Leonas. De todos modos, tengo contrato por dos años, así que si hay un recambio de autoridades y quieren que me vaya, vamos a tener que llegar a un acuerdo. Pero no pretendo involucrarme en una interna.

–¿Entrenar a los hombres es más sencillo que hacerlo con las mujeres?

–Depende de los objetivos que se fijen y de la conformación de los grupos. Hay algunas particularidades que tienen que ver con el trato, pero no mucho más que eso. Entrené hombres y mujeres, y la verdad, creo que todo es una cuestión de saber canalizar las energías individuales al servicio de una estructura colectiva. Eso es algo que va más allá de las diferencias de género.

–En función de su experiencia como secretario de Deportes, ¿cómo evalúa el trabajo que lleva a cabo Claudio Morresi?

–Fue muy importante la conformación del Enard como instancia de apoyo y preparación y, en ese sentido, los resultados están a la vista con los logros que se obtuvieron últimamente en muchas disciplinas. Eso es algo que se demostró en los Juegos de Londres. Lo que hace falta ahora es verificar que los recursos sigan llegando a las federaciones y que desde ahí se haga un trabajo que les permita a los atletas dar un salto de calidad. Hay que trabajar en eso.