Boca se juega su chance. Luego del 2-0 que obtuvo en el encuentro de ida jugado en la Bombonera, el equipo de Carlos Bianchi visitará esta noche al América en Cali en busca de un lugar en la final de la Copa Libertadores. A partir de la ventaja que consiguió en el primer partido, al conjunto argentino le alcanza hasta con una derrota por un gol para avanzar a la instancia decisiva. Si los colombianos ganan por dos tantos, el finalista se definirá a través de tiros penales. El vencedor de esta serie se medirá con el ganador de Independiente Medellín-Santos, que al cierre de esta edición estaban jugando en el estadio Atanasio Girardot.
Con la mente puesta en la Copa desde que comenzó el año, Boca llegó a Cali con la intención de finiquitar la tarea que inició hace una semana en su casa. Es que los goles de Rolando Schiavi y de Carlos Tevez significaron una ventaja que, si bien no resulta decisiva, es muy importante de cara al encuentro de esta noche. Para lograr el objetivo, Bianchi todavía mantiene una duda en la formación titular, que recién develará unas horas antes del partido. Las dos posibilidades que maneja el entrenador son el ingreso del juvenil Miguel Caneo o de Javier Villarreal. La primera opción tiene que ver por una apuesta de controlar el balón y mantener al adversario lejos del arco propio. Las chances del cordobés crecen en la medida de que el técnico boquense imagine un encuentro luchado, con la necesidad de refugiarse cerca de Roberto Abbondanzieri.
Además de la ventaja que trae desde Buenos Aires, Boca también tiene una cuestión a favor, que es su buen rendimiento cuando juega como visitante. En esta edición de la Libertadores disputó cinco encuentros, con tres victorias, un empate y una derrota. En la primera fase venció 2-1 a Colo Colo, cayó 1-0 con Independiente Medellín y cerró su participación en el grupo con la igualdad 2-2 ante Barcelona. Luego, en octavos de final batió 4-2 a Paysandú y en cuartos le ganó 2-1 a Cobreloa. A esos antecedentes se suman las experiencias de ediciones anteriores, en las que Boca también debió resolver algunas eliminatorias fuera de la Bombonera.
Del otro lado, América también mantiene una expectativa muy grande de llegar a la final de la Copa, algo que no consigue desde 1996. Para el conjunto caleño, la Libertadores es un estigma, ya que arribó a la serie definitoria en cuatro ocasiones, pero nunca consiguió quedarse con el trofeo. Por eso, el equipo que dirige Fernando Castro recibirá un apoyo total de parte de sus fanáticos, que ya agotaron las entradas disponibles. Es verdad que el equipo rojo sufrirá algunas bajas importantes, como los suspendidos Jairo Castillo y Rubén Bustos, pero también tendrá el regreso de Kilian Virviescas, uno de los futbolistas más desequilibrantes del plantel.
Para llegar a esta instancia, América disputó cinco partidos como local en el Pascual Guerrero, con tres triunfos, un empate y una derrota. Arrancó muy mal su zona, goleado 5-1 por el Santos, aunque luego venció sucesivamente a El Nacional de Ecuador (1-0) y a 12 de Octubre de Paraguay (4-1). En octavos de final empató con Racing, al que más tarde eliminó por penales en Avellaneda, y en cuartos goleó 4-1 a River.