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El arquero y capitán de San Lorenzo, Pablo Migliore, continuará detenido hasta que la Cámara del Crimen porteña resuelva hoy o mañana el pedido de excarcelación de un barra brava acusado del crimen de un vecino de Liniers o se entregue uno de los prófugos de la causa. Su defensor Matías Morla informó que ya tiene preparado el escrito en el que reclamará al juez de instrucción Manuel De Campos que lo libere, pero la estrategia defensora es aguardar una definición sobre los otros imputados “porque ahí cambiaría la situación de Migliore”.

El abogado dijo que son “falsas” las escuchas telefónicas difundidas, en las que aparentemente Migliore le da protección a Maxi Mazzaro, uno de los dos prófugos que tiene el expediente. “La causa está en secreto de sumario y no puedo dar a conocer las escuchas, pero esa conversación sobre la entrega de un auto Mustang no tiene nada que ver con este hecho”, afirmó Morla. Respecto de Migliore, dijo que “está muy bien en el penal de Ezeiza, junto a los chicos de (la banda de rock) Callejeros”.

A pesar de que se esperaba para ayer una definición sobre Migliore, quedó postergada debido a que la sala VII de la Cámara del Crimen resolverá hoy o mañana si confirma el procesamiento del sindicado barra brava de Boca Maximiliano Levy y si se le concede la libertad. Los camaristas Mauro Divito, Juan Cicciaro y Mariano Scotto escucharon ayer en una audiencia un pedido de la defensa de Levy para revocar su procesamiento, además de un planteo para que la carátula del caso pase de homicidio simple a preterintencional, informaron fuentes judiciales.

También es posible que se entregue en las próximas horas el prófugo Mazzaro, según hizo trascender su abogado, lo cual beneficiaría al arquero de San Lorenzo, ya que al quedar preso se terminaría el supuesto encubrimiento, explicó una fuente.

La detención de Migliore se efectuó el domingo en el Nuevo Gasómetro, tras el partido con Newell’s, y el lunes fue indagado por el juez De Campos, quien investiga el crimen de Ernesto Cirino, ocurrido en el barrio porteño de Mataderos en 2011. El hecho se registró el 9 de agosto de ese año, en Pieres y Caaguazú, donde la víctima fue atacada a golpes y sufrió lesiones que le provocaron la muerte dos días después, presuntamente por un conflicto que mantenía por su mascota con uno de los acusados.