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› LE GANO 2-0 AL SANTOS DE BRASIL, CON GOLES DE MARCELO DELGADO
Para Boca no es el peor resultado
Faltan 90 minutos en el Morumbí, pero la ventaja pone muy cerca a Boca de la conquista de la Copa Libertadores y el ansiado viaje de regreso a Tokio. El rival entregó menos de lo que se esperaba, pero dejó lucirse al fondo, a Battaglia, a Tevez y a Delgado.
› Por Ariel Greco
¿Quién dijo que Elano no jugaba? Jugó, pero para Boca, y no fue precisamente el lesionado volante de Santos. Con una gran dosis de fortuna y sin rendir bien en la mayor parte del partido, el equipo de Carlos Bianchi derrotó 2-0 al Santos y sacó una ventaja considerable de cara a la revancha de la próxima semana en el Morumbí. Marcelo Delgado, con un remate de afuera del área y con un tiro libre sacado de un programa de bloopers, anotó los dos goles del conjunto local.
Boca salió a jugar el partido sin desesperarse, tratando de darle un destino claro a la pelota y sin forzar el desarrollo de manera alocada. Pero enfrente se encontró con un equipo que utilizó la tenencia del balón como método de defensa. Así, desde los pies de Diego, el Santos se encargó de adormecer el trámite y, de vez en cuando, inquietar con la habilidad de Robinho y la peligrosidad de Ricardo Oliveira.
Dentro de ese panorama, el partido se tornó monótono y sin llegadas, aunque el atrevimiento y en algunos casos la ingenuidad del fondo visitante motivaba situaciones que, si bien no llegaron a convertirse en chances claras de peligro, sí dejaban la sensación de que, en cuanto Boca acertara en el anteúltimo pase, el gol podía llegar. Del otro lado, los visitantes apostaron sus fichas al remate de larga distancia, aunque sin la puntería característica de los brasileños.
Recién sobre la media hora, Boca tuvo su primera chance real de abrir el marcador, cuando Tevez escapó por derecha pero su remate rebotó en un defensor y fue al corner. Y, casi en la acción siguiente, Schiavi apareció solo por el segundo palo, pero su volea pegó en el pecho del arquero Fabio Costa. A esa altura, Santos parecía sostener el control psicológico del juego. Sin embargo la defensa se durmió en un corner, Delgado recibió solo de Tevez y encaró de la izquierda al medio, fuera del área. Desde la medialuna sacó un derechazo que se metió abajo del palo derecho de Costa, que alcanzó a manotear pero no pudo desviarla lo suficiente. Delgado salió corriendo a abrazarse con su amigo Juan Román Riquelme, que vio el partido desde el banco.
A partir de allí se vieron los mejores momentos de Boca en el partido. Hubo circulación de pelota, llegadas y hasta algunos lujos, como una rabona de Ibarra que levantó a una excitadísima Bombonera. Claro que ese pasaje favorable pudo no quedar cristalizado en el marcador, debido a que una desatención con el equipo en ataque derivó en un contragolpe espectacular de Robinho, que dejó sentados a Cascini y a Ibarra y sacó un derechazo que se fue alto. Allí se acabó el primer tiempo.
Muy distinta fue la imagen en la segunda mitad. A partir de la salida del averiado Mellizo Guillermo, Boca se tiró descaradamente atrás, a jugarse todo a alguna corrida. Dos líneas de cuatro bien pegadas al arquero, Delgado a media agua y Tevez solo para aguantar arriba. Así el planteo de Bianchi fue muy claro: de la mitad hacia Abbondanzieri se jugaba un partido de ocho contra siete, todos apretaditos. Del otro lado, con más espacios, dos (Tevez-Delgado) contra tres. Pero como el contragolpe salvador nunca apareció, Boca tuvo que sufrir, sobre todo porque desde los pies de Diego la pelota siempre salió bien jugada.
Hasta que llegó el golpe de fortuna. Después de dos salvadas milagrosas en su propio arco, Boca se encontró con un gol increíble en un tiro librecentro de Delgado que picó en el área, no le tocó a nadie y le pasó por encima a Fabio Costa. Algunos aseguran que la peinó Elano...
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