Con seguridad por el nivel de su tenis, pero con cierta intranquilidad por los dolores en su rodilla izquierda, Juan Martín Del Potro venció en tres sets al italiano Andreas Seppi y se instaló por primera vez en los cuartos de final de Wimbledon. En esa instancia, se medirá con el español David Ferrer, su verdugo en los octavos de final de la edición pasada.

La presencia de Del Potro en la cancha 1 del All England estuvo en duda hasta un rato antes del partido. Durante el calentamiento, el argentino probó su respuesta ante el dolor y decidió salir con un vendaje sobre la articulación afectada por la lesión. Y si bien mostró algunos gestos de dolor a lo largo del encuentro, en ningún momento mostró síntomas que no le permitieran desplazarse con normalidad o afectaran su juego. Así completó una tarea sólida que se tradujo en el 6-4, 7-6 (7-2), 6-3 con el que despachó a Seppi. “Traté de pensar más en las cosas positivas de este partido que en el dolor. Traté de manejarlo como pude, por ejemplo en el saque, y pude jugar bien. Eso me permitió concentrarme de una forma diferente, tratar de dar lo mejor de mí”, explicó el tenista, que sufrió la lesión en la rodilla tras una caída en el partido ante el esloveno Grega Zemlja de la tercera ronda.

En ese momento, el propio Del Potro había minimizado el incidente al asegurar que la caída no había tenido consecuencias. Sin embargo, luego la molestia se agudizó y casi lo deja afuera del encuentro. “Cuando terminó ese partido no sentí dolor. Con el correr de las horas la rodilla se fue inflamando y poniendo más tensa. La noche del partido de tercera ronda fue cuando más dolor tuve. El domingo vine a probar y ver si podía moverme, entrené y estaba un poco asustado porque un resultado específico me lo daría una resonancia, pero no pudimos hacerla”, contó el número ocho del ranking mundial, que ahora espera que la molestia disminuya de cara al encuentro ante Ferrer.

Con cuatro triunfos sin perder ni un solo set, Del Potro ya mejoró su actuación histórica en Wimbledon y consiguió llegar a los cuartos de final en todos los torneos de Grand Slam. El año pasado había caído con Ferrer y el anterior con el español Rafael Nadal, en ambos casos en los octavos de final. Igual, su mejor actuación en el césped sigue siendo en el torneo de los Juegos Olímpicos 2012, cuando obtuvo la medalla de bronce luego de superar al serbio Novak Djokovic en el partido por el tercer puesto.

El encuentro ante Seppi mostró una gran paridad en los dos primeros sets, pero el argentino aprovechó una de sus cinco chances de quiebre en el primero y se mostró muy sólido en el tie break del segundo, para tomar una ventaja clave. Distinta fue la historia en el tercero, ya que el italiano sufrió el impacto anímico de la desventaja y Del Potro no la desaprovechó. Con un rápido quiebre sacó una buena diferencia que luego pudo manejar para quedarse con el partido y el pasaje a los cuartos. “Traté de atacar e ir a la red cada vez que pude y en la primera mitad me pasó por todos lados y no le encontraba la vuelta. Pero sobre el final subía con más fuerza y era más ofensivo y creo que redondeé un partido bueno”, agregó el tandilense.

Un punto a favor de Del Potro es que sigue sin perder su servicio, algo clave pensando en sus aspiraciones en el torneo. “Que no me hayan quebrado es bueno para mi. El saque me ayuda para el resto de mi juego. Seppi es un rival que te hace jugar, eran puntos largos de fondo y eso me hizo sólido de derecha y de revés”, consideró el argentino.

Para el encuentro de mañana ante Ferrer, Del Potro necesita sacarse de encima el estigma que viene significando el español, que lo aventaja 6-2 en el historial y le ganó los últimos cuatro partidos, entre ellos el del año pasado en Wimbledon. “David está teniendo un gran año y viene con muchos buenos resultados. Es impresionante cómo ha mejorado en césped y es un rival al que nadie quiere enfrentar. Va a ser un partido muy difícil para mí, más allá de cómo me encuentre yo. Voy a tener que estar mejor que todos estos días”, indicó el argentino, que se convirtió en el tercero en llegar a los cuartos de final de Wimbledon, luego de Guillermo Vilas y David Nalbandian.