Ante Boca, una maratónica serie de penales le había dado la clasificación. Esta vez, por la misma vía, llegó la frustración: Newell’s cayó 3-2 en la definición y se quedó con las ganas de acceder a la final de la Copa Libertadores. Para colmo, también estuvo cerca en el partido, ya que el segundo gol de Mineiro llegó a cinco minutos del final. El rival de los brasileños será Olimpia, que en la otra semifinal eliminó a Independiente Santa Fe, luego de un global 2-1: ganó 2-0 en Asunción y perdió 1-0 en Bogotá.

No podía haber arrancado peor el partido para Newell’s. Es que en el primer avance serio, Ronaldinho puso un pase genial para la corrida de Bernard, que definió cruzado ante el achique de Guzmán y puso en ventaja a los brasileños. La diferencia tranquilizadora lograda en Rosario se redujo rápido, con todo el partido por delante. Para colmo, los brasileños se mostraron más motivados y arrinconaron a su rival, que lucía muy distinto de su habitual imagen. Obligado por Mineiro, Newell’s se tuvo que refugiar contra su campo y no pudo utilizar la pelota como arma defensiva. Por eso, sufrió seguido ante los embates brasileños.

La intensidad de Mineiro también se tradujo en juego brusco. Y en una de esas acciones, Pierre le pegó duro a Heinze, que minutos después tuvo que abandonar la cancha con esguince en su rodilla derecha. Newell’s padecía el desarrollo y perdía a su referente en defensa. Sin embargo, cuando peor la pasaba, Guzmán apareció con dos tapadas claves, primero para sacarle un mano a mano a Tardelli y luego otro a Josué. Con sus atajadas, el arquero rosarino mantuvo al equipo con la ventaja.

De a poco, la presión brasileña se fue achicando, al tiempo que Newell’s empezaba a crecer en su producción. De esa manera, con algunos remates de Maxi Rodríguez y de Scocco, comenzó a inquietar al arquero Víctor. Y con el correr de los minutos, los nervios empezaron a dominar a los jugadores locales. Con ese panorama, Newell’s supo aprovechar para hacer el partido que pretendía, con serenidad y manejando la pelota. Inclusive, de contragolpe pudo llegar al empate, pero entre Casco y Scocco se molestaron y perdieron la ocasión.

A esa altura, el trámite parecía resuelto para Newell’s. Con orden, solidaridad y personalidad fue neutralizando a Mineiro, que terminaba mostrando impotencia en cada ataque. Sin embargo, cuando ya parecía que la eliminatoria estaba sellada, un error de Mateo lo llevó a los penales. El volante quiso rechazar una pelota que iba mansita a las manos de Guzmán, pero el despeje quedó servido para el recién ingresado Guilherme, que sacó un derechazo tremendo que se clavó junto al palo izquierdo del arquero. Tras los 180 minutos, la llave fue a los penales, como en la fase anterior ante Boca.

Claro que la historia fue bien diferente. Tuvo dos chances de pasar al frente en la serie, pero primero falló Casco y después pifió Cruzado. Entonces llegó Ronaldinho para adelantar a Mineiro. Y Maxi Rodríguez, que había definido el pasaje ante Boca, esta vez no pudo ante la estirada de Víctor. Y así se esfumó el sueño de Newell’s.