Barcelona de Gerardo “Tata” Martino afrontará hoy su primer superclásico de la temporada ante el Real Madrid en el Camp Nou, una cita de máxima exigencia y siempre decisiva, en la que está obligado a ganar para mantener el liderazgo de la Liga española. Este nuevo y esperado duelo, que se jugará desde las 13 (hora de argentina) está cargado de alicientes, ya que será la primera ocasión en la que Martino y el DT del conjunto blanco, Carlo Ancelotti, dirigirán a sus respectivos equipos en un enfrentamiento de estas características.

No sólo entrará en juego la histórica rivalidad y la capacidad técnica de sus conductores, sino el pulso personal entre el portugués Cristiano Ronaldo y Lionel Me-ssi, igualados en la tabla de goleadores, con ocho tantos cada uno. Messi, además, cuenta con la posibilidad de convertirse en el máximo goleador histórico del derby español en caso de marcar un tanto, con el que llegaría a 19 y superaría la marca actual que comparte con Alfredo Di Stéfano.

Una audiencia potencial de 400 millones de personas, de más de 50 países, esperan ansiosas el inicio de uno de los mayores espectáculos deportivos del mundo, que vuelve a estar marcado por su carga política, puesto que se esperan fuertes reivindicaciones independentistas por el tenso momento que atraviesan las relaciones entre la región de Cataluña y España.

Más allá del trasfondo extrafutbolístico, el Barcelona del Tata y el Madrid de Ancelotti se preparan para desplegar todo su potencial con el objetivo de ganar y dejar golpeado a su enemigo de cara a la conquista del campeonato, que aún queda muy lejos.

Con esta meta, al margen de las estadísticas, lo que pesa en la previa es el estado en el que azulgranas y blancos llegan al encuentro.

Tras un inicio de temporada record, con ocho victorias consecutivas, el Barcelona recibe al Real Madrid con sólo tres puntos de ventaja (25 a 22), y después de haber empatado los dos últimos partidos, frente a Osasuna por la Liga y ante el Milan, en la Liga de Campeones.

El conjunto del ex DT de Newell’s sigue como líder en solitario (con el Atlético de Madrid de Simeone pisándole los talones) y en su grupo en la Champions, pero aun así ha mostrado altos y bajos y sigue buscando un equilibrio para incorporar alternativas a su juego de posesión para poder contrarrestar mejor el planteamiento de sus rivales.

Martino sigue fiel a su política de rotaciones que, sumado a las lesiones, mantiene abiertas varias incógnitas, prácticamente en las tres líneas, respecto del equipo titular que saltará al césped del Camp Nou para el clásico. En la defensa central, junto al argentino Javier Mascherano, podría ingresar el capitán Carles Puyol, quien sólo jugó un partido tras siete meses de lesión, ya que Piqué es duda por una sobrecarga muscular. En el mediocampo, la incógnita es si ingresará Cesc Fábregas, en lugar de alguno de los directores de orquesta como son Xavi e Iniesta, y en la delantera si junto a Messi y Neymar se alineará a Alexis Sánchez o Pedro.

En cuanto al conjunto blanco, los de Ancelotti aterrizan en el Camp Nou con la moral alta luego de recortar distancia con el Barcelona en la tabla con su triunfo ante el Málaga y por haber dejado encaminada la clasificación a octavos de la Liga de Campeones al vencer a la Juventus.

Con una indiscutible calidad técnica e individual, el Real Madrid mostró algunas dudas tácticas propias de un equipo que hizo recambios, no sólo en la dirección, sino en piezas claves como la creación de juego, donde Modric tuvo que suplantar al alemám Mesut Özil. La estrella recién incorporada Gareth Bale “está listo para ser titular”, según afirmó Ancelotti, aunque el argentino Di María está cumpliendo con el papel que de él se espera.