Cuatro argentinos tomarán parte de una nueva temporada de la NBA, que arranca hoy enmarcada en la polémica por una tendencia creciente entre los equipos, la de dejarse ganar para obtener beneficios a futuro. En ese contexto, Luis Scola (foto), Emanuel Ginóbili, Pablo Prigioni y Carlos Delfino volverán a ser animadores de la mejor liga del planeta.

El único argentino que verá acción en la jornada de hoy es Scola, que tendrá su estreno con la camiseta de Indiana Pacers en el choque que sostendrá con Orlando Magic, a partir de las 20. Además, otros dos partidos se celebrarán en el marco de la fecha inaugural de la competencia: el campeón Miami Heat, con la tradicional entrega de los anillos de campeón, recibirá a Chicago Bulls en duelo estelar, mientras que Clippers y Lakers protagonizarán el clásico de la ciudad de Los Angeles.

El capitán de la Selección Argentina fue incorporado a principios de temporada por la franquicia de Indianápolis, procedente de los Phoenix Suns. Si bien el también ex Houston Rockets todavía no integra el quinteto inicial que orienta Frank Vogel, sus buenas prestaciones en los partidos de pretemporada le garantizan minutos de rodaje. Los demás argentinos, a excepción del lesionado Carlos Delfino (Milwaukee Bucks), debutarán mañana en la competencia.

El escolta bahiense Emanuel Ginóbili verá acción para San Antonio Spurs, franquicia en la que comenzará su duodécima temporada consecutiva. En busca del título que se escapó por muy poquito en la final de la temporada pasada, el bahiense y su equipo comenzarán el camino ante Memphis Grizzlies, otro de los candidatos a conseguir los primeros puestos en la Conferencia Oeste. Como en cada una de las campañas que disputó Ginóbili desde que recaló en la NBA, el equipo que conduce Gregg Popovich le apunta al título como objetivo.

Por su parte, el base cordobés Pablo Prigioni estará a disposición del DT Mike Woodson en el duelo que New York Knicks animará con Milwaukee Bucks, en el Madison Square Garden. Ya consolidado en la rotación, el armador de la Selección Argentina saltará desde el banco para disfrutar de muchos minutos en el terreno de juego.

Pero más allá de la realidad de los argentinos, la liga comenzará con una polémica. “Estamos preocupados, debemos estar vigilantes, no podemos permitirnos cualquier duda sobre el juego limpio de nuestra organización”, comentó el comisionado David Stern. Todo nace en la perversión de un sistema que favorece las expectativas de futuro de los peores equipos, que tienen mejores chances de elegir jugadores en el draft del año siguiente. Y teniendo en cuenta que se augura una excelente camada para 2014, ya se especula con que a muchas franquicias nos les preocupará demasiado un fracaso en esta temporada, pensado en la proyección de la próxima.