El capitán de Boca, Juan Román Riqueme, se entrenó con normalidad junto al resto del plantel, luego de haber superado un cuadro febril que le había impedido hacerlo el martes, y está a disposición para el clásico del domingo ante San Lorenzo. Riquelme llegó temprano al predio de Casa Amarilla y se entrenó en el gimnasio del club junto a sus compañeros. El mediocampista Jesús Méndez y el lateral izquierdo Nahuel Zárate, ambos con traumatismos leves, corrieron alrededor de la cancha y formularon sesiones de kinesiología para cuidarse.

“Que Boca esté ahí arriba molesta. No es lo mismo que otros equipos. Por la historia y porque tenemos un gran plantel”, precisó el mediocampista Juan Sánchez Miño. “Nosotros tenemos que sumar de a tres todos los partidos. El del domingo y los que restan, todos tiene la misma importancia. No podemos regalar más puntos si queremos ser campeones”, afirmó.

“A lo largo del campeonato fuimos creciendo como equipo. Estamos muy unidos. Tuvimos que soportar muchas situaciones difíciles por la baja de varios compañeros. Pero ahora y, por suerte, la mayoría ya está para jugar y aportar lo suyo”, amplió. “San Lorenzo es uno de los mejores equipos del torneo. Por algo llegó a la final de la Copa Argentina. Tiene jugadores rápidos y hábiles y de buena pegada. “Nosotros tenemos a Román (Riquelme) y a (Fernando) Gago que son dos fenómenos. Con ellos tenemos ventaja y la tenemos que hacer pesar”, consideró.