Habiéndose jugado 18 fechas del Torneo Inicial sin que se destacara ningún club como el mejor, cuatro candidatos se disputarán en la tarde de hoy el título de campeón. Dos “finales” simultáneas, una en Rosario, entre Newell’s y Lanús, y otra en Liniers, entre Vélez y San Lorenzo, van a determinar al campeón o a dos finalistas, que chocarían en un desempate el próximo miércoles con escenario a definir. Después del derrumbe futbolístico a mitad del torneo de Newell’s, y habiéndosele escapado el título entre los dedos a San Lorenzo en la última fecha, los dos máximos animadores del torneo se enfrentan con equipos que se destacaron del pelotón que escoltaba a los punteros y que llegan con buen ánimo para dar el batacazo sobre el final del campeonato: Vélez, el único que viene de ganar (tres veces consecutivas), y Lanús, que el miércoles pasado se consagró campeón de la Copa Sudamericana.

El empate en cero con Estudiantes en el Nuevo Gasómetro, segundo en las últimas dos fechas, no le permitió a San Lorenzo coronarse campeón, algo que no consigue desde el Clausura 2007. A pesar del sabor amargo por haber perdido esa chance y tener que visitar sin su público a Vélez para buscar mantener la punta hasta el final, el equipo que dirige Juan Antonio Pizzi lleva una ventaja deportiva sobre los otros candidatos, ya que se consagrará campeón ganando y también empatando, en caso de que Newell’s y Lanús también igualen en Rosario.

Con esa ventaja en mente, Pizzi apostará a la experiencia de Juan Mercier y Néstor Ortigoza en la mitad de la cancha, y al liderazgo en ataque que pueden aportar Leandro Romagnoli, último ídolo del club, e Ignacio Piatti, goleador del equipo, para bajar a la cancha velezana su mensaje de tranquilidad. “Hay que ser inteligentes, saber cuándo ir y cuándo no, cuándo arriesgar y cuándo no”, analizó el lateral derecho Walter Kannemann en una clara descripción de la frialdad que desea Pizzi en sus dirigidos para enfrentar al equipo que dirige Ricardo Gareca.

En cambio, al equipo de Liniers sólo le sirve ganar. Superando a San Lorenzo, sería campeón por segunda vez en el año si Newell’s y Lanús empatan, pero irá a un desempate si hay ganador en Rosario. Después de quedar afuera de la Copa Sudamericana eliminado por el Ponte Preta de Brasil, Vélez estaba casi descartado de la pelea por el Inicial, en el que marchaba décimo con 20 puntos, pero con un empate y tres victorias consecutivas en las últimas cuatro fechas, los dirigidos por Gareca se metieron en la definición del torneo sumando más puntos en la recta final que cualquier otro candidato.

Aunque el Fortín sentirá la baja de Mauro Zárate en ataque, sí cuenta con Lucas Pratto, mayor valor del equipo en ataque, con ocho goles en el torneo, y que va a estar acompañado del juvenil Ramiro Cáseres. “Si hay un equipo que lleva ventaja es San Lorenzo, tiene dos puntos más. A ellos les sirven dos resultados, pero es un partido y nosotros vamos a hacer lo nuestro para poder coronarnos”, manifestó en la previa el arquero de Vélez, Sebastián Sosa, consciente del poco margen que va a tener su equipo para especular con el resultado en la cancha, más todavía si aún no está confirmado que el partido se juegue en Liniers.

Es que después del recital del músico estadounidense Stevie Wonder en el estadio José Amalfitani el último jueves, la inspección de rutina realizada por la Coordinación de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos, formada en conjunto por el Ministerio de Seguridad y la Secretaría de Deportes de la Nación junto con la Policía Federal y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, observó que tanto los alambrados de una de las tribunas populares (donde se desarmaba el escenario utilizado por el músico) como el sistema de prevención contra incendio no estaban en condiciones para albergar el encuentro. Mientras que el presidente de Vélez, Ricardo Baldomar, aseguró que se trata de “una inspección de rutina” y descontó que “el partido se juega en Vélez”, desde el Ministerio de Seguridad se le dio tiempo al club hasta la noche de ayer para presentar el escenario en condiciones. Ayer, además, se realizó un allanamiento en el estadio, y las autoridades secuestraron pirotecnia y bebidas alcohólicas, que se encontraban escondidas debajo de la tribuna popular donde se ubica la barra brava del club.

En el otro choque, Newell’s recibirá con equipo confirmado y a estadio lleno a Lanús, cuyo técnico Guillermo Barros Schelotto todavía no confirmó el once titular. Ambos necesitan una victoria para llegar a un desempate, que también dependerá de que San Lorenzo no gane.

Comparativamente, Newell’s, campeón del torneo Final 2013, llega con lo justo a la cita de definición, aunque tal vez fue el candidato que más se vio beneficiado por el parate de dos semanas pedido por Lanús a causa de sus compromisos por la Copa Sudamericana. Sin ganar desde que perdiera el clásico rosarino con Central, en la 12ª fecha, la mala cosecha de Newell’s en la segunda mitad del Inicial (cuatro puntos en siete fechas, sin ninguna victoria) puede explicarse en parte por el desgaste físico de fin de año de un equipo titular con promedio de edad de 32 años.

A priori, la recuperación física y mental que le permitieron estos últimos catorce días de inactividad tendrían que jugarle a favor al equipo que dirige Alfredo Berti, que necesita una reacción para forzar un desempate en el estadio Monumental de Núñez y no perder todo lo hecho en la primera mitad del torneo. “Tenemos una vida más”, sentenció en la semana el experimentado defensor Gabriel Heinze, de 35 años.

Por su parte, Lanús no tuvo el mismo tiempo de descanso y recuperación, ya que enfrentó una final de copa apenas hace cuatro días, pero el empuje y la confianza que el equipo cobró tras alzar la Copa Sudamericana ante su gente no tendría que pasar de largo para el equipo rosarino. Siempre cerca de la punta en el Inicial, Lanús mantuvo la doble competencia durante todo el semestre y, con un buen funcionamiento en ataque y en defensa, el equipo de los mellizos Barros Schelotto dejó en el camino de la Copa a Racing, Universidad de Chile, River y Libertad de Paraguay, antes de derrotar al Ponte Preta. Con una copa en la mano, el equipo granate, que jugaría en el estadio de Racing en caso de forzar un de-sempate, sabe que el título local está al alcance de la mano.

Informe: Santiago Uberti.