DEPORTES › LO QUE DEJAN LOS DIRECTIVOS CUANDO SE VAN DE LOS CLUBES
Los dirigentes suelen ser condescendientes con sus pares. Hacen auditorías que nunca llegan a nada. El caso de Colón y Germán Lerche rompió con esa regla no escrita.
› Por Gustavo Veiga
El fútbol está hecho de fantasías y amagues de cintura. Dentro de la cancha y también afuera del perímetro que la rodea. Los dirigentes naturalizaron la idea: si un presidente deja a su club en la ruina, como mucho se lo audita. Y a veces, ni siquiera eso. Los ejemplos sobran, aunque basta con mencionar un caso: Daniel Passarella cuando sucedió a José María Aguilar en River. Rodolfo D’Onofrio acaba de anunciar lo mismo sobre su antecesor. ¿Cumplirá? Ese suele ser el contexto, aunque hay excepciones. La comisión que encabeza Javier Cantero en Independiente le inició juicio a la directiva anterior, de Julio Comparada. Pero en Colón de Santa Fe, antes de iniciar una demanda contra las autoridades que hicieron una gestión desastrosa, adoptaron una medida que no abunda: suspendieron en su condición de socios, declararon personas no gratas y les impusieron el derecho de admisión a siete ex dirigentes. El mismo castigo que se les aplica a las barras bravas. La diferencia, ostensible, es que uno de ellos era candidato a ocupar la presidencia de la AFA en el futuro: Germán Lerche, un pollo de Julio Grondona al que ahora lo están haciendo al spiedo.
Eduardo Lalo Vega, el nuevo presidente de Colón –ganó con el 68,8 por ciento de los votos las últimas elecciones, anticipadas– firmó la medida junto al secretario general, Sergio Villanueva, el último día de 2013. El artículo 3º del comunicado que menciona a los sancionados dice: “Suspender preventivamente, declarar personas no gratas y aplicar el derecho de admisión a los señores: Germán Eduardo Lerche, Rubén Osvaldo Moncagatta, Marcelo Eduardo Maglianesi, Carlos Alberto Marín, Pedro Roberto Eusebio, Fernando Maglianesi, Osvaldo Pradolini, a hacer uso de las instalaciones sociales y deportivas del Club Atlético Colón sin perjuicio de su posterior ampliación a quienes resulten responsables de acuerdo al devenir de las investigaciones pertinentes”.
La nueva comisión justificó la medida que va “en esa dirección, de conocer la verdad, de terminar con la impunidad y de aplicar correctivos previos a las eventuales responsabilidades civiles, penales y penales-económicas que eventualmente correspondan, contra aquellos que han perjudicado material y moralmente a la Institución”. Tienen la entrada prohibida en Colón. No está mal hasta que se aclare todo. La sanción es de un fuerte contenido simbólico. Y estimula para mejorar al fútbol con el advenimiento del 2014.
El texto de la flamante comisión agrega que “la inhabilitación y restricción establecida en el artículo 3 será aplicada a partir del día de la fecha (31 de diciembre) y hasta que se determinen las responsabilidades individuales y colectivas que surjan de los sumarios administrativos dispuestos por esta Comisión Directiva”.
Algunos de los actos que se les imputan son: firmar gastos de consumos gastronómicos para dirigentes y jugadores por unos 100 mil pesos en la cantina del club; otros 35 mil pesos mensuales en el uso de 23 líneas de telefonía celular –dos de esos aparatos eran usados por los hijos de Lerche–; juicios y embargos millonarios, uno de los cuales le costó la pérdida de seis puntos a Colón en el torneo anterior, que lo dejó en zona de descenso. Fue por la deuda de 600 mil dólares que reclamó el Atlante de México, por el 50 por ciento del pase de Juan Carlos Falcón. Jamás se pagó ese lastre, que data de 2006.
Nicolás Lovaisa, un periodista santafesino que sigue estos temas con habitualidad, comentó un dato curioso de las sanciones: “A Lerche no pueden aplicárselas porque dejó de pagar la cuota social hace un año. Sin embargo, fue presidente hasta el 18 de noviembre y ya no era socio”.
El ex mandamás de Colón dio a conocer un largo escrito donde formula preguntas y también se interroga sobre temas del fútbol en general. La que sigue es una perla: “... se afirma con liviandad, los dirigentes de fútbol son corruptos. Haber... (sic) en el mundo de la economía existió una definición estratégica en orden al lavado del dinero. Se sospechaba que el dinero proveniente de la venta ilegal de armamentos y de las drogas encontraba su nicho en el fútbol y así transformar lo negro en blanco. Argentina, no solo adhirió a los controles internacionales vinculados al lavado de dinero sino, también, ha tenido una política de fuerte control para con las transferencias de jugadores. Antes que ahora, vendían por cinco y hacían figurar por tres. Que me expliquen quienes hablan desde la ignorancia cómo hacen hoy para vender por cinco y asentar en la economía del club un valor inferior. Entonces, ¿dónde está el foco de corrupción que tanto se denuncia?”.
En su documento no olvidó dedicarle un párrafo a Grondona, uno de sus mentores (Lerche fue hasta el año pasado presidente de la Comisión de Selecciones Nacionales de la AFA): “... es un dirigente muy importante, todos aprendimos mucho de él. Le he llegado a decir, en conversaciones ajenas al fútbol, de mi afecto y el de mi familia. Siempre me preguntaba por Silvia y mis hijos, ha hablado con ella varias veces telefónicamente. Es un gran dirigente y una persona de muchos afectos”.
Durante sus casi siete años de mandato, Lerche contrató a 87 futbolistas y 11 directores técnicos, remodeló el estadio de Colón con fuertes inversiones estatales para la Copa América de 2011, contrató a Gabriel Batistuta como manager, acunó el sueño presidencial de reemplazar a Grondona en su gastado sillón de la AFA y declamó con orgullo que quería ser “sin Messi, el Barcelona de Argentina”. No lo dijo hace siete años, cuando llegaba a la presidencia. Lo declaró el 22 de febrero de 2013. Telón rápido.
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