Un error del veterano Luis Islas privó a Independiente de un debut exitoso en la novel Copa Sudamericana, ante Central. Cuando el equipo de Avellaneda, que jugó con un hombre menos casi todo el segundo tiempo por la expulsión de Hernán Franco, ganaba apretadamente gracias a un gol de Cristian Castillo, un error de juicio del arquero, que se tiró al piso para contener un remate rastrero de Ezequiel González, permitió que la pelota pegara en su cuerpo y se escurriera hacia el arco, mientras el golero desplegaba inútiles manotazos para evitar que se transformara en el empate, lo que resultó en el final.
De todas maneras, el resultado fue justo. Independiente se había ido vencedor al entretiempo pero el conjunto rosarino fue el que dispuso de las mejores chances en el período, pese a abusar del pelotazo. Después de un primer cuarto de hora intenso, el partido decayó al tiempo que los volantes imponían su rigor a jugadores como Manso o Messera.
Pero en un contragolpe sobre el final de la primera etapa, Benito sacó rápido la pelota de su área y dio a Zurita, que corrió más de 40 metros con ella, para tirar un centro bajo al corazón del área de central, que Castillo desvió con un disparo seco, el que sorprendió a Gaona a contrapierna.
Pero apenas iniciado el complemento, una falta fuertísima de Franco, que barrió con los dos pies hacia adelante a un rival, dejó al local con diez hombres. Russo se animó a renovar a su poco eficaz delantera y Belloso y luego Cámpora aportaron otro peligro; el joven delantero dispuso de un mano a mano que Islas tapó muy bien, pero tres minutos después llegó el disparo de González que Islas no pudo retener, echándole la culpa al estado del campo, pero sin poder disminuir la responsabilidad.
Con ese hombre de más, Central cargó en el final por la victoria, pero el arquero respondió con acierto. La revancha será en Rosario en dos semanas.