Desde Belo Horizonte

La responsabilidad era muy grande, pero si acertaba el premio tenía también la misma dimensión. El cuarto penal de la serie ante Holanda otorgaba el pasaje para la final del mundo, y el elegido para ejecutarlo fue uno de los más “veteranos” que tiene el plantel argentino: Maximiliano Rodríguez. En esa lista, el volante de 33 años figura en el tercer lugar, detrás de Hugo Campagnaro y Martín Demichelis. Si bien cuando iba caminando hacia el punto del penal se le cruzaron “un montón de cosas por la cabeza”, en el momento del remate no dudó y selló la clasificación para el encuentro en Río de Janeiro. “La verdad, es lindo sentirse parte de todo esto. Justo me tocó a mí patear el último penal contra Holanda, y eso es algo que valoro mucho. También me pasó algo parecido en el 2006, con aquel gol a México, que también nos dio la clasificación”, rememora el jugador de Newell’s.

En aquel Mundial jugado hace ocho años, precisamente fue el rival de mañana quien eliminó al conjunto que conducía José Perkerman. Pero Rodríguez también participó en Sudáfrica 2010, y nuevamente tuvo que abandonar el Mundial ante los alemanes, con una derrota lapidaria. Por eso, él siente algo particular con esa sombra llamada Alemania.

–¿La final la tomás como una revancha personal?

–Justo hablé eso con Javi (por Mascherano), de que la tercera tenía que ser la vencida. Los últimos dos mundiales nos quedamos afuera con Alemania, así que ahora tenemos la chance de revertir eso. Esperamos tener esa alegría.

–¿Qué grado de importancia tiene para vos que el técnico te tenga en cuenta para una definición tan importante?

–Es muy importante para mí. Entrar en una semifinal, hacer un gol de penal y ahora estar en una final del mundo me demuestra que el entrenador confía en mí y considera que le puedo aportar cosas al equipo.

–Vos que estuviste en los dos mundiales anteriores, ¿todo esto lo tomás de una manera particular?

–Sabíamos que nos debíamos una alegría interna. Pero bueno, ahora falta lo que siempre soñamos, y por lo que viene sucediendo con Alemania, es una chance espectacular para dejar todo eso atrás.

–Ustedes ya superaron la barrera de los 24 años sin finales, ¿quieren seguir rompiendo records negativos?

–Ojalá se nos pueda dar. Creo que estamos en un buen momento y si llegamos hasta aquí es por todo el esfuerzo que hicimos. La primera barrera era pasar a semifinales, se consiguió, pudimos seguir adelante, y ahora vamos por el último paso.

El rosarino, que participó en las ligas española (Espanyol y Atlético Madrid) e inglesa (Liverpool), remarca que en la intimidad “no hay nada para reprocharse. El equipo entregó todo en cada partido, está jugando con un gran corazón”. Para derribar la última valla, Rodríguez ya está preparado para volver a entregarse por completo en el duelo más trascendental de su carrera.