Los disturbios sucedidos en el Obelisco en la noche del domingo fueron “totalmente planificados” para “generar un gran caos” durante los festejos por el subcampeonato del Mundial de Fútbol, aseguró el secretario de Seguridad, Sergio Berni. Las casi dos horas tras las cuales resultaron dañados y saqueados un teatro, bares, un local de comidas rápidas y estaciones de metrobús terminaron con 70 personas heridas y 120 detenidas, 20 de las cuales ayer seguían sin recuperar la libertad. Por los desmanes, se iniciaron alrededor de 50 causas penales. El secretario Berni aseguró que el control de la situación generada por “delincuentes de los habituales que vemos en los partidos de fútbol y que tienen relación con las barras bravas” era responsabilidad de la Policía Metropolitana, pero que la fuerza porteña intervino tarde.

En diálogo con radio La Red, Berni dijo que los desmanes fueron causados por “delincuentes que intentaron llevar zozobra en un lugar de festejos para poder así hacer saqueos, robar a la gente y pelearse entre ellos”. Si la intervención de las fuerzas de seguridad fue tardía, agregó, se debió a que era competencia de la Metropolitana, mientras que la Policía Federal actuó con “paciencia y tranquilidad” porque procuró “cuidar a 99 mil personas de los 200 que estaban haciendo disturbios”. El funcionario desestimó la hipótesis de “una cuestión política” como motivo de los incidentes, que estuvieron protagonizados por “un grupo de delincuentes de los habituales que vemos en los partidos de fútbol y que tienen relación con las barras bravas”, personas que el domingo, en los alrededores del Obelisco, “estaban totalmente alcoholizadas”. “Espero que la Justicia haga una investigación y que califiquen los robos como en poblado y en banda, cuestión de que no puedan salir por un buen tiempo de la cárcel, que es lo que merecen”, agregó.

Un centenar de detenidos recuperó la libertad entre la madrugada y la mañana de ayer, por falta de antecedentes penales y tras haber fijado domicilio. Por los incidentes, tres jueces de Instrucción quedaron a cargo de 50 causas, por las cuales ayer 20 personas permanecían detenidas, 5 por imputaciones de gravedad. Fuentes judiciales señalaron que los magistrados se inclinaron por mantener el encierro a quienes “registren condenas anteriores”. Las causas penales quedaron a cargo de los jueces Laura Bruniard, Diego Rappa y Fernando Klappenbach, en tanto que el juez correccional Omar Fente reunía la mayor parte de los delitos menores. El magistrado Rappa ayer analizaba videos de lo sucedido en Corrientes y 9 de Julio para precisar las imputaciones, que podrían girar en torno de los delitos de “daño agravado, robo en poblado y en banda, lesiones leves y graves y atentado y resistencia a la autoridad”.