“Se gana cuando se juega en equipo, cuando se pierden las individualidades; han brindado un ejemplo, han vuelto a generar valores y sentimientos olvidados, lejos del exitismo”, aseguró la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a los integrantes de la Selección Nacional de fútbol al recibirlos en el predio que la Asociación del Fútbol Argentino tiene en Ezeiza. Los abrazó uno por uno palmeándoles la espalda y les transmitió el mensaje de agradecimiento y admiración de parte de “los cuarenta millones de argentinos”. El director técnico Alejandro Sabella le respondió que “así como usted dice que la Patria es el otro, el equipo es el otro”.

“Ustedes han brindado un ejemplo y han vuelto a generar valores y sentimientos que los argentinos creíamos olvidados, rodeados siempre de exitismo y de que solamente es primero el que gana. No, se es primero cuando uno es capaz de brindarse por el otro y juntarse para salir adelante”, destacó la Presidenta al dirigirse a los jugadores de fútbol aún apesadumbrados por haber perdido la final del Mundial jugado en Brasil. Sin embargo, afuera del predio de la AFA miles de argentinos se acercaron para mostrar su alegría por el triunfo deportivo de haber llevado al conjunto nacional a una final mundial de fútbol después de veinticuatro años. “Quería recibirlos hoy con todo el orgullo que nos han hecho sentir a los millones de argentinos. La gente se volcó ayer a las calles como si realmente hubiéramos traído la Copa, y es que en el fondo nos sentimos así”, continuó Fernández de Kirchner rodeada por los jugadores, el cuerpo técnico y la dirigencia de la AFA.

La Presidenta recibió a la Selección Nacional de fútbol, que sintió el calor popular durante todo el trayecto desde el aeropuerto hasta la AFA, con un abrazo para cada jugador y para el cuerpo técnico. Luego de palmearles la espalda, los que respondieron al afecto presidencial fueron Sabella, que también la abrazó, y Javier Mascherano, que rodeó a la Presidenta con los brazos y se mantuvo así unos segundos. “Ustedes saben que yo no soy hincha de fútbol, pero viví siempre rodeada de hinchas de fútbol, pero sí tengo siempre puesta la camiseta de la Argentina los 365 días del año”, sostuvo Fernández de Kirchner, ubicada en medio de las dos filas de jugadores todos vestidos de traje. “Sentí un inmenso orgullo por cómo defendieron los colores con dignidad, con orgullo, con capacidad. Pero sobre todo ganándole a la adversidad, porque decían que al principio no daban ni veinte mangos por ustedes, y los que están allá afuera dicen que vienen a acompañarlos porque ustedes les habían tapado la boca” a los que los habían criticado.

“Miren si nos habrán hecho sentir argentinos que yo, tripera (hincha de Gimnasia y Esgrima La Plata), estoy al lado de Sabella, un pincha (de Estudiantes de La Plata) también, y de Bilardo. Me abracé con Sabella y Bilardo... es que los colores de la celeste y blanca pueden mucho más, y la verdad es que fueron unos verdaderos leones todos”, dijo la Presidenta entre risas. A pesar de confesar que no había visto ningún partido, mostró que estaba muy bien informada al repasar cómo se habían sobrepuesto a algunas dificultades, como cuando llamó al arquero Sergio Romero y le dijo “te decían que eras de segunda porque eras suplente, mirá vos el suplente, atajó los dos penales que nos permitieron ser subcampeones”, además de agradecer a Sabella porque “confiaste en jugadores que por ahí los criticaban” o cuando se dio vuelta y preguntó: “¿Higuaín? ¿Dónde está el Pipita? Te recomendaría que en una semana te hagas una resonancia magnética, porque la verdad que te trompearon lindo”, aludiendo a un golpe que recibió dentro del área de parte del arquero alemán.

Luego pasó el micrófono al seleccionado y fue Sabella quien habló primero. “Así como usted dice que la Patria es el otro, el equipo es el otro. Hablar del grupo, de construcciones colectivas, del aporte del individuo al grupo y pensar en dar, no en recibir, para crear un círculo virtuoso, que uno reciba de los veintidós restantes”, señaló el director técnico. Luego Lionel Messi agradeció el recibimiento de la gente y se lamentó por “no poder traer el trofeo”, aunque aseguró que va a “seguir trabajando para darle más alegrías al país”.

Mientras la Presidenta asentía, el emblema del equipo, Javier Mascherano, mostró satisfacción porque “nos fuimos con dudas y volvimos con certezas, hemos dejado valores para la gente sobre cómo competir, ojalá marquemos un camino y podamos seguir”. Allí la Presidenta llamó a Ezequiel Lavezzi, “a ver, el sex-symbol de la Selección”, en tono de broma. Apenas el jugador tomó nervioso el micrófono, Sabella le pasó una botella con agua preguntándole: “¿Ahora me querés tirar agua?”, devolviendo una broma que Lavezzi le había hecho en pleno partido del Mundial y mostrando el buen humor del grupo.